La España del tiki tiki ya está en los cuartos de final... ¿y ahora quién la frena?

Juego asociado, toques, posesión casi continua de la pelota, dominio sobre el contrario, imposición del juego más conveniente, algunos lujos, varias llegadas al arco rival por partido. La España dirigida por Vicente Del Bosque tiene todo lo que a cualquier equipo de fútbol le gustaría tener, pero que muy pocos consiguen. Derrotó 1 a 0 a Portugal con el gol de David Villa y ya está entre los ocho mejores equipos del mundo. Después de tropezar en el debut, donde cayó 1 a 0 contra Suiza en un verdadero milagro futbolístico, el campeón de Europa es, junto a Argentina, Brasil y Holanda, uno de los que mejor juego desplegó hasta aquí en Sudáfrica.

Más allá de algunas críticas que recibe porque algunos dicen que juega al "fútbol sin arcos", el conjunto español sigue llevando un apodo que, en realidad, tiene muy poco que ver con su actualidad pero que sí se relaciona mucho con su pasado. "La Furia" se le suele decir, aunque de eso ya le queda poco y ahora privilegia el hecho de imponerse al rival desde el manejo del balón y no desde la fuerza que, por lo visto, mucho resultado no le dio porque nunca superó los cuartos de final en un Mundial. Ahora intentará sacarse ese estigma de encima cuando enfrente en esa instancia a Paraguay, que derrotó a Japón por penales luego de igualar sin goles y se metió entre los ocho mejores por primera vez en su historia.

A continuación, los resultados de los octavos de final:

Uruguay 2 (Luis Suárez -2-) - Corea del Sur 1 (Lee Chung Yong).
Ghana 2 (Prince Boateng y Asamoah Gyan) - Estados Unidos 1 (Landon Donovan de penal).
Argentina 3 (Carlos Tevez -2- y Gonzalo Higuaín) - México 1 (Javier Hernández).
Alemania 4 (Thomas Müller -2-, Lukas Podolski, Miroslav Klose) - Inglaterra 1 (Matthew Upson).
Brasil 3 (Juan, Luis Fabiano, Robinho) - Chile 0.
Holanda 2 (Arjen Robben, Wesley Sneijder) - Eslovaquia 1 (Robert Vittek de penal).
Paraguay 0 - Japón 0 (ganó Paraguay 5-3 en los penales).
España 1 (David Villa) - Portugal 0.

Los cuartos de final, con los horarios de Argentina:

BRASIL - HOLANDA
Viernes 2 de julio - 11 hs. - Puerto Elizabeth.

URUGUAY - GHANA
Viernes 2 de julio - 15:30 hs. - Johannesburgo.

ARGENTINA - ALEMANIA
Sábado 3 de julio - 11 hs. - Ciudad del Cabo.

ESPAÑA - PARAGUAY
Sábado 3 de julio - 15:30 hs. - Johannesburgo.

Argentina no jugó bien, pero está entre las ocho mejores del mundo y su ilusión se agiganta


Muchos aspectos para analizar dejó la victoria de Argentina 3 a 1 sobre México en los octavos de final de este Mundial de Sudáfrica. En los primeros 20 minutos, el equipo de Diego Maradona arrancó impreciso, como desconcertado contra un rival que salió a jugarle de igual a igual y que, incluso, lo hizo pasar un par de sustos en ese lapso, especialmente con dos tiros de afuera del área de Carlos Salcido y de Andrés Guardado que salieron muy cerca del arco de Sergio Romero (es más, el primer remate dio en el travesaño).

A partir del gol en clarísima posición adelantada de Carlos Tevez a los 25 minutos, el equipo se tranquilizó al mismo tiempo que los mexicanos se desesperaron. En ese instante de desconcentración del Tri por el increíble gol que le habían cobrado a la Albiceleste, Gonzalo Higuaín aprovechó un horror defensivo del conjunto de Javier Aguirre y estampó el 2 a 0, en una definición muy similar a la que hizo en un River 3 - Boca 1 en el Monumental.

El complemento fue, sin dudas, lo peor de Argentina en esta Copa del Mundo. Más allá de la estupenda definición de Tevez desde afuera del área que le dio el 3 a 0 a los seis minutos, el bicamepón mundial se retrasó demasiado y le dejó el campo y la pelota al rival, que llegó al descuento a través de un gran gesto técnico y mejor disparo de Javier Hernández, un joven muy interesante y con muchísimo futuro.

Para vencer a Alemania en cuartos de final el sábado a las 11, hora argentina, y meterse entre los cuatro mejores del mundo después de 20 años, el equipo de Maradona deberá mejorar mucho. Con cuatro centrales en el fondo gana seguridad defensiva pero sigue teniendo flojas actuaciones Martín Demichelis. Quizás la única explicación para que el primer marcador central conserve su lugar entre los 11 sea que conoce perfectamente los movimientos de los alemanes, a quienes enfrenta todos los fines de semana en la Bundesliga.

El resto de la defensa, con un Nicolás Otamendi en un nivel muy alto como lateral por derecha, más la presencia de Nicolás Burdisso como segundo marcador central y Gabriel Heinze como lateral izquierdo, tiene un rendimiento bueno y parece inamovible, más allá de la recuperación física de Walter Samuel. Los tres delanteros también van a mantener sus lugares, excepto que haya alguna lesión. Contra México, los goles de la figura de la cancha, Tevez, más la impecable definición de Higuaín hacen que Diego no tenga que cambiar. El que no tuvo un gran encuentro fue Lionel Messi, demasiado tirado atrás y con apenas chispazos de su talento. Por ahora alcanza, pero se lo vio muy fastidioso y lejos del balón en el segundo tiempo.

El sector que más preocupa de cara al cotejo contra Alemania es el mediocampo. El único de esa zona que está jugando muy bien es el capitán Javier Mascherano. En los costados, con Maximiliano Rodríguez y Ángel Dí María intrascendentes, Maradona debería hacer modificaciones. Ni el ex Newell´s ni el ex Rosario Central aportaron demasiado en ningún aspecto y sus presencias como titulares contra los teutones están en duda. En el banco esperan su oportunidad Juan Sebastián Verón y Jonás Gutiérrez. No debiera extrañar que ambos jueguen de arranque el sábado en Ciudad del Cabo, donde la Selección de Diego intentará tomarse revancha del que, de local y en la misma instancia, fue el verdugo en el último Mundial.

Argentina ya está en los octavos de final y la película de Palermo parece no tener fin


Le hizo un gol "en mulettas" a River para eliminarlo de la Copa Libertadores en un Superclásico después de seis meses inactivo por una rotura de ligamentos, se le cayó un cartel de publicidad en la rodilla y otra vez sufrió la misma lesión, le convirtió dos goles al Real Madrid y le dio otra Copa Intercontinental a Boca, marcó un tanto de mitad de cancha con el pie y otro desde esa distancia ¡con la cabeza!, metió un penal pateado con las dos piernas al mismo tiempo, anotó dos goles apenas días después de que uno de sus hijos quedara a las puertas de un nacimiento que nunca llegó y lloró esa tarde en pleno partido, se metió en la historia grande del fútbol argentino a nivel clubes, superando a Francisco Varallo como máximo goleador en la historia de Boca. Todo eso no es una película, es una realidad en la carrera de Martín Palermo. Pero hay más...

Vistiendo la camiseta de la Selección Argentina, erró tres penales el mismo partido en la Copa América. Hace poco, en octubre del año pasado, hizo el gol de la clasificación del equipo de Diego Maradona agónicamente, bajo la lluvia que caía en el Monumental, en posición adelantada. Ahora, como si todo lo anterior fuera poco, debutó en un Mundial con 36 años y 277 días y diez minutos le alcanzaron para darle un nuevo pase a la red y quedar en la historia otra vez: es el debutante más veterano en un Mundial, el goleador más viejo de su Seleccionado en la historia en la Copa del Mundo (superó a su ahora DT) y, además, es el primer jugador de Boca que anota en el campeonato más importante desde que Mario Evaristo lo hiciera en Uruguay 1930.

Es verdaderamente de ficción la trayectoria de Palermo, quien liquidó el encuentro en el que Argentina venció 2 a 0 a Grecia, con el otro gol marcado por Martín Demichelis. Así, la Albiceleste pasó a los octavos de final, donde enfrentará otra vez a México, idéntico rival al que derrotó en la Copa del Mundo anterior, en la misma instancia. El equipo de Maradona fue muy superior a un oponente flojísimo, a pesar de que recién abrió el marcador a quince minutos del final, a través de una pelota parada, situación gracias a la que empezó en ventaja en todos los encuentros de la primera ronda.

Sin demasiados sustos, el equipo con siete suplentes que puso el entrenador contra los helénicos ganó merecidamente y, de paso, les dio descanso a los habituales titulares. Con Mario Bolatti, Clemente Rodríguez y Nicolás Burdisso como los más destacados, más una última media hora muy buena de Lionel Messi, que aprovechó en ese momento el desgaste de sus marcadores que lo maltrataron siempre y remató al arco en la previa al gol de Palermo, el bicampeón mundial ya piensa en lo que viene. Por ahora, está nuevamente entre los 16 mejores del planeta y chocará contra México el domingo a las 15:30, hora argentina, en Johannesburgo, en busca del pasaje a los cuartos de final.

Si es por la lógica, la Albiceleste está dos goles arriba de los aztecas y no debería tener mayores problemas, pero esto es fútbol. Y no siempre, en este deporte, dos más dos es cuatro. En Alemania, Maximiliano Rodríguez clavó aquel zurdazo, en el alargue, que lo clasificó al conjunto de José Pekerman a los cuartos. Ahora, de la mano de Maradona desde el banco y de Messi dentro de la cancha, Argentina aspira a que haya otra victoria frente a los mexicanos. Claro, con un desenlace diferente en el torneo que tenga sólo tres palabras: campeón del mundo.

Argentina aplastó 4 a 1 a Corea del Sur y, hasta ahora, es el mejor equipo del Mundial


Goles, lujos, gambetas, toque asociado. En definitiva, fútbol. Eso es lo que desplegó Argentina en la goleada 4 a 1 contra Corea del Sur en el segundo partido de la primera fase, en un grupo B que lo tiene como único líder. Gracias a los tres tantos de Gonzalo Higuaín y a uno en contra de Chu Young Park, el equipo de Diego Maradona se llevó los tres puntos que casi lo clasifican a los octavos de final, excepto que ocurra un milagro futbolístico en la tercera jornada. El descuento de los asiáticos fue sobre el final del primer tiempo, gracias a un error de Martín Demichelis en defensa, aprovechado por Chung Yong Lee, quien le dio el 1-2 a su Selección.

En el segundo tiempo, Corea no tuvo ideas para ir a buscar el empate y el bicampeón mundial aprovechó un muy buen ingreso de Sergio Agüero a 15 minutos del final para liquidar el partido. Más allá de que dominó ampliamente el trámite y de que la diferencia de tres goles fue justa, la albiceleste sigue teniendo aspectos para corregir. La posición de Jonás Gutiérrez como lateral derecho no termina de cerrar y el equipo sigue teniendo algunas dudas por ese sector. Por ahora no se notan demasiado porque hay rivales flojísimos en la ronda inicial, pero en los cruces mano a mano a partir de octavos de final pueden costarle caro. Además del error-horror de Demichelis en el gol de los surcoreanos, el defensor del Bayern Münich volvió a mostrar un bajo nivel. La correcta entrada de Nicolás Burdisso abre una duda para el entrenador en el puesto de primer marcador central.

El problema para Diego es que se lesionó Walter Samuel y entonces Burdisso iría de segundo central en reemplazo del hombre del Inter, quien tiene una contractura que, en principio, no le impediría jugar en el casi seguro cruce de octavos de final que, por ahora, sería contra México. Obviamente, al Muro no lo van a arriesgar frente a Grecia, en el último cotejo de la primera rueda. Además, tanto Sergio Romero como Gabriel Heinze siguen muy firmes, el primero desde el arco y el segundo desde el lateral izquierdo. Con respecto al debut frente a Nigeria, levantaron un poco el nivel Gutiérrez y Ángel Di María. Igualmente, ninguno de los dos hizo un gran partido. Quizás la entrada de Maximiliano Rodríguez aportó mucho para la mejora de Jonás, ya que le dio ese ida y vuelta por la derecha que Juan Sebastián Verón no siente. Por eso, quedan dudas acerca de quién será el volante por la derecha contra Grecia. Como número "5" clásico, Javier Mascherano hizo lo de siempre: corrió mucho, quitó y les entregó la pelota "limpia" a sus compañeros.

Adelante, los tres estuvieron muy afilados. Además de la tripleta de un muy preciso Higuaín, Lionel Messi mostró los destellos habituales y participó en los cuatro goles argentinos, jugando más de enganche que de delantero para abastecer al punta del Real Madrid. Otra vez, Carlos Tevez jugó bien, se tiró atrás cuando el equipo lo necesitó y tuvo un par de situaciones que no supo aprovechar. El ex delantero de Boca sigue con un muy pobre promedio de gol en su Selección pero contra Corea jugó un muy buen encuentro y, una vez más, fue muy solidario con sus compañeros a la hora del sacrificio. De cualquier manera, ¿está bien que un delantero de raza como Tevez marque más de lo que juegue? ¿O sería más productivo en los últimos metros, como lo hizo en Boca y en el Corinthians de Brasil, donde se cansó de hacer goles jugando más arriba?

En fin, Argentina volvió a ser Argentina. Con un equipo muy ofensivo, con un juego vistoso y llegadas importantes al arco rival, con goles muy lindos como el último y, por qué no, con algunos desacoples en defensa típicos de un conjunto que va mucho al ataque y suele desordenarse atrás. Con todo eso más el mejor jugador del mundo afilado, Messi, el equipo de Maradona sueña con levantar la Copa del Mundo por tercera vez en su riquísima historia. ¿Podrá? Debe ajustar algunos detalles defensivos, pero la base está. Por lo pronto, la tercera escala hacia la gloria se llama Grecia.

Además del triunfo en el debut, Argentina tiene otro motivo para ilusionarse: apareció Messi


Picante, desequilibrante, atrevido, gambeteador, participativo, influyente, decisivo en el juego. Así se lo vio a Lionel Messi en el debut de Argentina en el Mundial de Sudáfrica, parecido a lo que hace en el Barcelona. El mejor jugador del mundo hizo de todo aunque le faltó lo más importante: concretar las cuatro situaciones de gol que tuvo. Un detalle no menor, especialmente cuando enfrente haya rivales mucho más fuertes que esta débil Nigeria. Lo que no lograron Messi ni Gonzalo Higuaín -que tuvo tres clarísimas y las falló-, sí lo hizo Gabriel Heinze, quien con un cabezazo espectacular tras un centro preciso de Juan Sebastián Verón en un corner desde la derecha, puso el 1 a 0 definitivo cuando sólo iban seis minutos del primer tiempo.

Como indicaba la lógica, por la categoría de los jugadores, el equipo de Diego Maradona fue claramente superior a los africanos, aunque terminó sufriendo por la impericia de los delanteros a la hora de la concreción. A la misma altura de la importancia de los tres puntos en el primer partido estuvo la brillante actuación de Messi, que jugó su mejor partido con la camiseta argentina. Fue el eje de todas las jugadas de peligro de la Albiceleste, que fueron no menos de diez. Con gambetas increíbles, buenas asistencias y remates de media distancia hizo lucir al arquero Vincent Enyeama, la gran figura del encuentro.

Más allá de la justicia de una victoria que tendría que haber sido más holgada y sin sufrimiento, quedan varios aspectos a mejorar. No se entienden muy bien las posiciones de Jonás Gutiérrez y de Ángel Di María, los dos encargados de hacer ese incansable ida y vuelta por los costados. El jugador del Nwecastle inglés debe cubrir una exagerada cantidad de metros por la banda derecha y en algunas jugadas de ataque de los africanos fue superado por su sector. Quedó a mitad de camino varias veces y eso podría haber complicado seriamente al equipo. Por el lateral izquierdo, Di María está obligado a correr y a marcar demasiado y se pierde en esa función, dado que las enormes condiciones técnicas del zurdo son casi inútiles si se ocupa más de marcar que de llegar vacío al arco rival.

Con ese déficit por los laterales, muchas veces el bicampeón mundial se vio desbordado por un equipo bastante flojo. Igualmente, el arquero Sergio Romero no tuvo demasiado trabajo, aunque se lo notó muy seguro en sus pocas intervenciones. En el fondo, el mejor fue Heinze que, además del gol, mostró firmeza en su posición de lateral izquierdo. Walter Samuel también tuvo un encuentro impecable, excepto por una pelota que perdió en forma insólita a la salida y que casi cuesta un gol de Nigeria en el amanecer del partido. El de tarea más pobre del fondo fue Martín Demichelis, quien salió a cortar a destiempo tres o cuatro veces y no brindó la seguridad habitual en él.

El doble cinco de Javier Mascherano y Verón estuvo correcto, aunque el hombre del Liverpool jugó mejor que el de Estudiantes, quien estuvo impreciso en algunos pases fáciles que no suele errar. En cambio, el capitán fue, después de Messi, el mejor futbolista del conjunto de Maradona, cortando y distribuyendo correctamente en el centro de la cancha. La actuación del otro delantero, Carlos Tevez, fue aceptable. Si bien no tuvo chances claras de gol, se tiró más atrás y colaboró con los mediocampistas en la marca, además de dar dos buenas asistencias que Higuaín ni Messi supieron aprovechar.

En síntesis, el trabajo argentino fue aceptable para ser un debut en una Copa del Mundo, a la que clasificó jugando bastante mal. A partir de ahora, habrá que corregir varios temas ya destacados, pero siempre es mucho más fácil hacerlo con los tres puntos en el bolsillo. En su segundo cotejo, Argentina enfrentará a Corea del Sur el jueves a las 8:30, hora argentina. Con Demichelis un poco más firme, con con un trabajo más aceitado en los costados, con un Verón -que está en duda por una mialgia- más preciso, con Higuaín más fino en los últimos metros y, especialmente, con un Messi tan brillante como el del compromiso inicial, todos los futboleros albicelestes pueden soñar tranquilos con un hermoso dejavú de Maradona levantando la Copa como en 1986. Sólo resta esperar a que los días y a que los encuentros pasen...

Además, los otros partidos de la primera fase terminaron así:

Grupo A: Sudáfrica 1 (Siphiwe Tshabalala) - México 1 (Rafael Márquez); Francia 0 - Uruguay 0.
Grupo B: Corea del Sur 2 (Lee Jung Soo y Park Ji Sung) - Grecia 0.
Grupo C: Inglaterra 1 (Steven Gerrard) - Estados Unidos 1 (Clint Dempsey); Eslovenia 1 (Robert Koren) - Argelia 0.
Grupo D: Alemania 4 (Lukas Podolski, Miroslav Klose, Thomas Müller y Cacau) - Australia 0; Ghana 1 (Asamoah Gyan de penal) - Serbia 0.

En la previa del Mundial, España y Brasil son los máximos favoritos


Siempre, antes de una competición muy importante, hay algunos equipos (en este caso, Selecciones) que son, en teoría, superiores a otros y, por lo tanto, tienen más chances de quedarse con el título. Apenas tres días antes del comienzo del Mundial de Sudáfrica, España y Brasil son los candidatos principales para levantar la Copa del Mundo el domingo 11 de julio.

Los españoles, campeones de Europa hace dos años, son los que mejor están jugando, ganaron los diez partidos que jugaron en Eliminatorias y tienen el mejor mediocampo del mundo. Con Xavi Hernández, Xabi Alonso, Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Sergio Busquets y David Silva en ese sector de la cancha, el entrenador Vicente Del Bosque tiene muchísimas variantes de jerarquía, en las que también están incluidos Mata, Jesús Navas y Javi Martínez, aunque algo lejos del estrellato de los anteriores.

Con un nivel de juego notable y dos delanteros muy importantes como Fernando Torres -que no llega diez puntos físicamente- y David Villa, más la impresionante aparición del joven del Barcelona, Pedro Rodríguez, los ibéricos tienen una presión extra que les puede ser muy perjudicial: en los Mundiales siempre prometen pero nunca superaron los cuartos de final. Si bien este equipo es el mejor de la historia española, tendrá que superar esos miedos escénicos históricos, como ya lo hizo en la Eurocopa 2008. El equipo base de Del Bosque es: Iker Casillas; Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol, Joan Capdevila; Andrés Iniesta, Xabi Alonso, Xavi Hernández, David Silva; David Villa y Fernando Torres.

Apenas debajo de España en los pronósticos aparece el pentacampeón mundial, Brasil. El conjunto dirigido por Carlos Dunga viene de ganar la Copa América 2007 y la Copa Confederaciones 2009. Pese a esos logros, el entrenador es resistido por una parte de la prensa y de la gente brasileña porque no se identifica con el estilo de juego histórico del Scratch. Amante de un sistema defensivo sólido, el técnico sabe que tiene jugadores de sobra para lograrlo. Tiene dentro de sus 23 convocados al mejor arquero del mundo, Julio César, dos laterales derechos de lo mejor del planeta como Maicon y Daniel Alves y un central que la rompe: Lucio.

Sin embargo, en forma opuesta a lo que indica su tradición, el campeón de América cuenta ahora con mejores defensores que delanteros, ya que sus puntas no están pasando un gran momento. Igualmente son de jerarquía, pero menor a la que nos tienen acostumbrados los brasileños, con un Kaká que no está en su plenitud física y tuvo una temporada bastante pobre en su llegada al Real Madrid. A él se suman Robinho y Luis Fabiano, quienes no están en clubes de elite, ya que el primero juega en el Santos de su país y el segundo en el Sevilla de España.

Así, con no muchas variantes en ataque pero con una defensa envidiable y su chapa inigualable en campeonatos mundiales, Brasil saldría a la cancha con un equipo similar al siguiente: Julio César; Maicon, Lucio, Juan y Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo, Elano; Kaká; Robinho y Luis Fabiano.

En un segundo grupo de favoritos están Argentina, el campeón del mundo Italia, Alemania e Inglaterra. El equipo de Diego Maradona llega a Sudáfrica con muchas dudas en cuanto al funcionamiento, dado que hizo unas Eliminatorias muy flojas y clasificó con sufrimiento. Sin embargo, la enorme categoría de sus delanteros, los mejores del mundo en la actualidad, hacen que el bicampeón mundial se ilusione y sea candidato nuevamente, aunque ahora viene desde atrás. Con el mejor futbolista de todos los tiempos como director técnico y el mejor jugador del mundo actual, Lionel Messi, la Albiceleste quiere levantar la Copa por tercera vez y tiene con qué, especialmente en la delantera, en la que, además de Messi, están entre los 23 Gonzalo Higuaín, Diego Milito y Carlos Tevez. Un poco más atrás en la consideración aparecen Sergio Agüero y Martín Palermo.

Lo de Italia y Alemania es más por la historia que por la actulidad. Dueños de camisetas que pesan mucho en estos torneos (los italianos fueron campeones cuatro veces y los germanos, tres) no pasan por un gran presente futbolístico pero son países que casi siempre llegan a instancias decisivas cuando muy pocos lo esperan. Tienen un poderío defensivo muy bueno y son fieles a ese estilo de juego que tan buenos resultados les ha dado.

En cambio los ingleses, de la mano del DT italiano Fabio Capello, mejoraron muchísimo últimamente y llegan al Mundial con buenos rendimientos, A pesar de que tres de sus jugadores emblemas como David Beckham, Michael Owen y Río Ferdinand no podrán estar por lesión, Inglaterra es uno de los mejores del planeta en cuanto al nivel futbolístico. Debido a que no cuentan con el peso de la historia que sí tienen Italia y Alemania y a las lesiones ya mencionadas, los británicos arrancan de atrás pero pueden sorprender.

En un tercer y último grupo de favoritos se ubican Holanda, Francia y Portugal. La Naranja Mecánica posee su tradicional potencia ofensiva. Con figuras internacionales como Rafael Van der Vaart, Arjen Robben, Dirk Kuyt, Robin Van Persie, Ryan Babel y Wesley Sneijder, los holandeses cuentan con muchas variantes más que interesantes de mitad de cancha hacia adelante. Deberá superar, como España y, en menor medida Inglaterra, el peso de sus experiencias fallidas a la hora de las instancias decisivas.

El subcampeón del mundo, Francia, tiene en la actualidad un nivel tan bajo que prácticamente queda afuera de la consideración del ambiente futbolístico para ganar el Mundial. El conjunto de Raymond Domenech viene de quedar afuera en la primera ronda en la Eurocopa 2008 y de hacer una pobrísima Eliminatoria, en la que logró clasificar recién en el repechaje contra Irlanda, con un gol de Thierry Henry que debió haber sido invalidado porque bajó la pelota con la mano, groseramente. Pese a todos sus problemas, los galos tienen jugadores de jerarquía (Franck Ribery, Henry, Florent Malouda, Patrice Evra, Eric Abidal y Nicolás Anelka, por ejemplo) como para hacer un buen papel y, porqué no, llegar a su tercera final en las últimas cuatro Copas del Mundo.

Portugal, dirigido por Carlos Queiroz, tiene a uno de los dos mejores futbolistas de la actualidad, Cristiano Ronaldo. Igual, el delantero del Real Madrid, de gran temporada personal, no está solo. Con compañeros de la talla de Ricardo Carvalho, Paulo Ferreira, Deco (los tres en el Chelsea), Simao Sabrosa (Atlético Madrid) y Nani (Manchester United), Ronaldo tiene con qué ilusionarse, aunque los lusos deberán mejorar muchísimo la pálida imagen dejada en la Eliminatoria, donde tuvieron que jugar el repechaje, en el que derrotaron a Bosnia y entraron con angustia al certamen más importante.

Con esos nueve países tratando de quedar en la historia y varios más con el deseo de dar la sorpresa (todos los africanos en "su" Mundial, más Estados Unidos y el Chile de Marcelo Bielsa pueden conseguirlo), Sudáfrica sólo tiene que esperar tres días más para dar comienzo a la fiesta. Por primera vez, un Mundial tiene sede en un país del continente más pobre y postergado. Justamente, el local y México levantarán el telón el viernes 11 de junio, a las 16 hora local, las 11 hora argentina. ¡Que comience a rodar la pelota de una vez por todas!

Para Sudáfrica, el Mundial es un soplo de aire fresco entre tanta miseria

En sólo diez días arrancará el primer Mundial de fútbol de la historia en el continente africano. Como ya se sabe hace mucho, el país encargado de llevar a cabo el segundo evento deportivo más importante del planeta- detrás de los Juegos Olímpicos- es Sudáfrica. Si bien es la nación con el territorio más amplio y la mayor cantidad de población del continente, sucede lo mismo que en tantos otros sitios: la riqueza se la llevan muy pocos, mientras que la gran mayoría de la población es muy pobre y, por lo tanto, tiene muchísimos problemas a diario.

Algunos datos hablan por sí solos: en una población de 49.052.489 personas, el ¡50 por ciento! está bajo la línea de pobreza y el 24 por ciento no tiene trabajo. Además, la expectativa de vida es de apenas 48, 98 años. Dentro del gigante africano, el 79 por ciento de la gente es de piel negra, mientras que los blancos no llegan al 10 por ciento (9, 6). Sin embargo, éstos últimos, en general, retuvieron el poder económico y se enriquecen cada día más. Justamente lo opuesto pasa con la gran mayoría de la totalidad.

Siguiendo con el desigual presente de uno de los países más pobres, el 91, 5 por ciento de los habitantes nunca navegó en Internet, un privilegio que poseen muy pocos. Por si todos estos inconvenientes fueran escasos, el anfitrión de la próxima Copa del Mundo ostenta un récord lamentable: el 12 por ciento de sus ciudadanos (5, 7 millones de personas) están afectados con VIH, el virus del sida, una de las peores enfermedades de todos los tiempos. Tanto es así que, sólo durante el 2007, murieron 350.000 personas a causa de esa infección. El idioma más utilizado en Sudáfrica es el zulú, hablado por el 23, 8 % de la gente. Lo sigue el xhosa, con el 17 %. En total, las lenguas oficiales del país son once (entre ellas, por supuesto, el inglés), aunque hay otros nueve idiomas nacionales.

Lo peor es que no sólo la actualidad de Sudáfrica es vergonzosa; también lo es su historia. En un artículo sobre el gigante africano, sería imposible e imperdonable no mencionar a un ídolo popular, a una leyenda vivente y, sobre todo, un símbolo y emblema de Sudáfrica: Nelson Mandela. Nacido el 18 de julio de 1918 (a poco de cumplir 92 años), fue el líder de la lucha contra el Apartheid, un nefasto sistema de segregación racial que predominó en la nación desde el nacimiento mismo del país (aunque se lo legalizó en 1948) y terminó en 1994, obviamente de la mano de Mandela.

El caudillo que marcó un antes y un después en la historia de su país estuvo 27 años preso. El 21 de marzo de 1960 se dio "La masacre de Sharpeville", en la que el gobierno local reprimió una manifestación para la liberación nacional que terminó con 69 muertos, todos negros. Aquello derivó en el comienzo de una etapa judicial muy difícil para Mandela, tan difícil que terminó, cuatro años después, condenado a prisión perpetua en Robben Island, un islote a once kilómetros de Ciudad del Cabo.

Acusado de terrorismo y conspiración para derrocar al gobierno de turno, ese verdadero calvario de 27 años tras las rejas le permitió a Mandela convertirse en el gran ícono que es hoy. Ese encierro mezclado con tristeza e impotencia le "sirvió" para ver cosas que quizás antes no veía. Así, el régimen racista del país fue perdiendo consenso internacional hasta que en 1985 comenzaron las conversaciones con Mandela con apoyo desde el exterior. Tanto fue así que en Londres se realizó un megaconcierto para pedir la libertad del líder, todavía preso.

Finalmente, en 1990 llegó la liberación para él y, de ahí en más, todo le sucedió muy rápido: en 1993 ganó el premio Nobel de la Paz y un año más tarde, con dos tercios de los votos y el apoyo de muchos blancos, se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. Su principal objetivo era transformar el país en una democracia multirracial.

En 1995, un año después de que se le pusiera fin definitivamente al Apartheid, Sudáfrica fue campeón del mundo de rugby, exactamente el 24 de junio. Ese también fue un logro histórico que contribuyó para que la sociedad local tomara conciencia de que muchas cosas habían cambiado. En una final apasionante, los locales vencieron con un drop agónico a Nueva Zelanda en Johannesburgo, con un dato importante: el equipo titular estaba integrado por 14 blancos y un negro, lo que marcaba que todos podían tirar para el mismo lado en busca de cumplir un objetivo en común.

Por supuesto, muy poco del presente o de la historia de su país les importará a los locales al menos desde el 11 de junio al 11 de julio, cuando reciban medio millón de visitantes desde todo el planeta para albergar el 19° Mundial de fútbol de la historia y el primero en el continente más postergado. Ellos no dudan en expresar la alegría que sienten, no tienen por qué disimularla. Si hasta el nombre de la pelota oficial de la Copa del Mundo lo dice: se llama Jabulani, que en zulú significa "celebrar". No podía ser de otra manera. Pese a las desigualdades de toda índole históricas y actuales, Sudáfrica tendrá un respiro, un descanso, al menos por un mes. Está todo dado para que así sea. Entonces, ¡que empiece la fiesta!.