Además del triunfo en el debut, Argentina tiene otro motivo para ilusionarse: apareció Messi


Picante, desequilibrante, atrevido, gambeteador, participativo, influyente, decisivo en el juego. Así se lo vio a Lionel Messi en el debut de Argentina en el Mundial de Sudáfrica, parecido a lo que hace en el Barcelona. El mejor jugador del mundo hizo de todo aunque le faltó lo más importante: concretar las cuatro situaciones de gol que tuvo. Un detalle no menor, especialmente cuando enfrente haya rivales mucho más fuertes que esta débil Nigeria. Lo que no lograron Messi ni Gonzalo Higuaín -que tuvo tres clarísimas y las falló-, sí lo hizo Gabriel Heinze, quien con un cabezazo espectacular tras un centro preciso de Juan Sebastián Verón en un corner desde la derecha, puso el 1 a 0 definitivo cuando sólo iban seis minutos del primer tiempo.

Como indicaba la lógica, por la categoría de los jugadores, el equipo de Diego Maradona fue claramente superior a los africanos, aunque terminó sufriendo por la impericia de los delanteros a la hora de la concreción. A la misma altura de la importancia de los tres puntos en el primer partido estuvo la brillante actuación de Messi, que jugó su mejor partido con la camiseta argentina. Fue el eje de todas las jugadas de peligro de la Albiceleste, que fueron no menos de diez. Con gambetas increíbles, buenas asistencias y remates de media distancia hizo lucir al arquero Vincent Enyeama, la gran figura del encuentro.

Más allá de la justicia de una victoria que tendría que haber sido más holgada y sin sufrimiento, quedan varios aspectos a mejorar. No se entienden muy bien las posiciones de Jonás Gutiérrez y de Ángel Di María, los dos encargados de hacer ese incansable ida y vuelta por los costados. El jugador del Nwecastle inglés debe cubrir una exagerada cantidad de metros por la banda derecha y en algunas jugadas de ataque de los africanos fue superado por su sector. Quedó a mitad de camino varias veces y eso podría haber complicado seriamente al equipo. Por el lateral izquierdo, Di María está obligado a correr y a marcar demasiado y se pierde en esa función, dado que las enormes condiciones técnicas del zurdo son casi inútiles si se ocupa más de marcar que de llegar vacío al arco rival.

Con ese déficit por los laterales, muchas veces el bicampeón mundial se vio desbordado por un equipo bastante flojo. Igualmente, el arquero Sergio Romero no tuvo demasiado trabajo, aunque se lo notó muy seguro en sus pocas intervenciones. En el fondo, el mejor fue Heinze que, además del gol, mostró firmeza en su posición de lateral izquierdo. Walter Samuel también tuvo un encuentro impecable, excepto por una pelota que perdió en forma insólita a la salida y que casi cuesta un gol de Nigeria en el amanecer del partido. El de tarea más pobre del fondo fue Martín Demichelis, quien salió a cortar a destiempo tres o cuatro veces y no brindó la seguridad habitual en él.

El doble cinco de Javier Mascherano y Verón estuvo correcto, aunque el hombre del Liverpool jugó mejor que el de Estudiantes, quien estuvo impreciso en algunos pases fáciles que no suele errar. En cambio, el capitán fue, después de Messi, el mejor futbolista del conjunto de Maradona, cortando y distribuyendo correctamente en el centro de la cancha. La actuación del otro delantero, Carlos Tevez, fue aceptable. Si bien no tuvo chances claras de gol, se tiró más atrás y colaboró con los mediocampistas en la marca, además de dar dos buenas asistencias que Higuaín ni Messi supieron aprovechar.

En síntesis, el trabajo argentino fue aceptable para ser un debut en una Copa del Mundo, a la que clasificó jugando bastante mal. A partir de ahora, habrá que corregir varios temas ya destacados, pero siempre es mucho más fácil hacerlo con los tres puntos en el bolsillo. En su segundo cotejo, Argentina enfrentará a Corea del Sur el jueves a las 8:30, hora argentina. Con Demichelis un poco más firme, con con un trabajo más aceitado en los costados, con un Verón -que está en duda por una mialgia- más preciso, con Higuaín más fino en los últimos metros y, especialmente, con un Messi tan brillante como el del compromiso inicial, todos los futboleros albicelestes pueden soñar tranquilos con un hermoso dejavú de Maradona levantando la Copa como en 1986. Sólo resta esperar a que los días y a que los encuentros pasen...

Además, los otros partidos de la primera fase terminaron así:

Grupo A: Sudáfrica 1 (Siphiwe Tshabalala) - México 1 (Rafael Márquez); Francia 0 - Uruguay 0.
Grupo B: Corea del Sur 2 (Lee Jung Soo y Park Ji Sung) - Grecia 0.
Grupo C: Inglaterra 1 (Steven Gerrard) - Estados Unidos 1 (Clint Dempsey); Eslovenia 1 (Robert Koren) - Argelia 0.
Grupo D: Alemania 4 (Lukas Podolski, Miroslav Klose, Thomas Müller y Cacau) - Australia 0; Ghana 1 (Asamoah Gyan de penal) - Serbia 0.

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