¿Este Barcelona ya es el mejor equipo de la historia del fútbol mundial?


Luego de la histórica y humillante goleada 5 a 0 sobre el Real Madrid en el Camp Nou, que lo depositó una vez más en la punta de la Liga Española, el Barcelona volvió a estar en boca de todos los futboleros. Frases como "nunca en mi vida vi a ningún equipo que juegue tan bien", "estos tipos son máquinas", "recuperan la pelota demasiado rápido y no la regalan casi nunca" demuestran la dimensión de un conjunto verdaderamente increíble.

Generalmente, los once titulares son: Víctor Valdés; Daniel Álves, Gerard Piqué, Carles Puyol, Eric Abidal; Xavi Hernández, Sergio Busquets, Andrés Iniesta; Lionel Messi, David Villa y Pedro Rodríguez. Basado en la fortaleza física y mental de los dos centrales, más el extraordinario manejo de pelota de los tres mediocampistas y la explosión y el gol de los tres delanteros, el equipo dirigido por Joseph Guardiola aplasta a casi todos los que se ponen en su camino, inclusive a un Real Madrid renovado de la mano de su flamante entrenador, José Mourinho.

De esta manera, ya nacen las comparaciones con el Barcelona de Johan Cruyff, el recordado Ajax de Louis Van Gaal o el Madrid que ganó las primeras cinco Copas de Campeones de Europa. Inclusive, también se trazan paralelos con algunas Selecciones impresionantes, como la Holanda de Rinus Michels, en 1974, o el Brasil de 1970. Claro, este Barcelona de Guardiola no sólo gana partidos y títulos, sino que está marcando un antes y un después en el estilo de juego, con la posesión del balón casi todo el partido y los permanentes ataques hasta demoler a goles al rival.

A diferencia de lo que hace en la Selección Argentina, Messi sólo es la frutilla del postre en el conjunto catalán. No le dan la pelota en la mitad de la cancha para que se encargue de resolver todo en una jugada, sino que hacen circular la número cinco de un lado a otro hasta que encuentran los espacios vacíos para concretar. Por eso, en muchísimas encuestas, este equipo ya salió votado como el mejor de toda la historia del fútbol mundial. Es muy difícil de comprobarlo, en realidad es imposible, pero lo que es muy fácil de entender es que verlo por televisión es un lujo y un disfrute comparable con muy pocas cosas. Sólo falta rezar para que este estilo de juego lo practiquen cada vez más clubes, y no cada vez menos.

Otro dato muy valorable en el Blaugrana es que siete de los once habituales titulares son de la cantera, nacidos en el club. A diferencia del Madrid, el eterno rival, Barcelona les inculca un estilo de juego desde muy chicos a sus jugadores, quienes empiezan en La Masía -donde entrenan los juveniles- con una idea futbolística en la cabeza, lo que les posibilita jugar en la Primera con total tranquilidad y con la confianza de saber qué deben hacer siempre dentro del campo de juego.

Así que, si usted es futbolero, no importa qué tenga que hacer a la hora del partido. Deje de lado sus preocupaciones diarias y, al menos por dos horas, goce de un fútbol que hace mucho tiempo no se ve, con jugadas y goles casi perfectos. Encienda el televisor, ponga el canal correspondiente, agarre algo de la heladera para picar, tome asiento y disfrute: ¡juega el Barcelona!

Cappa, un personaje en todo sentido


Dueño de un discurso fácil de entender, entretenido y lindo para escuchar y digno de ser leído, Ángel Cappa suele mostrar dos caras. El entrenador de River, a la hora de las palabras, deja bien en claro su pensamiento sobre el fútbol en general y sobre su equipo en particular. Prioriza el juego por abajo, la salida por los laterales y el toque de pelota constante, sin tirar pelotazos. Claro, a la hora de llevarlo al campo de juego no es tan sencillo y es lo que le sucede actualmente a River, que no juega bien ni mucho menos. En realidad, casi ningún equipo lo hace en el fútbol argentino pese a que, de a ratos, lo logren el líder Estudiantes, el escolta Vélez y el sorprendente Godoy Cruz.


Las dos caras de Cappa tienen que ver con lo que muestra detrás de la línea de cal cuando, casi siempre parado y nervioso, observa cómo rinde el equipo que dirige y, muchas veces, insulta desaforadamente. En algunas ocasiones, los destinatarios son los árbitros, los plateístas del rival, los alcanzapelotas y demás. El bahiense de 64 años no tuvo una trayectoria destacada en sus tiempos de mediocampista central de los dos clubes más importantes de su ciudad natal: Olimpo y Villa Mitre, por el cual simpatiza.


Sin embargo, trazando un paralelo con su carrera como jugador, su currículum fuera de los límites del campo de juego es mucho más importante: como ayudante de campo, acompañó a César Luis Menotti en la Selección Argentina durante el Mundial de España 1982 y más tarde en el Barcelona de ese país, donde conquistaron la Copa del Rey, una Copa de la Liga y una Supercopa española.


Una vez que abandonó a Menotti y se decidió a ser entrenador, dirigió dos veces a Banfield: fue subcampeón en la B Nacional y luego, en Primera, tomó un equipo en una posición muy complicada que provocó el descenso, en la temporada 1987/1988. Después, su carrera continuó otra vez al lado de Menotti, en Peñarol de Uruguay en 1990, donde no les fue bien, y más tarde fue también ayudante de campo de Jorge Valdano, primero en el Tenerife y, luego de arruinarles dos Ligas consecutivas al Real Madrid, fueron contratados por la institución Merengue, donde ganaron la Liga española.


Más tarde sí se decidió finalmente por seguir como entrenador y estuvo en Las Palmas de España, Racing, Atlante de México y nuevamente en el Tenerife, en Segunda División. En 2002, ganó el primer título como técnico, cuando obtuvo el Apertura peruano dirigiendo a Universitario. Más tarde tuvo otra etapa en Racing, de donde se fue por malos resultados, y llegó al Sundowns de Sudáfrica, donde consiguió la Charity Cup, segundo y último logro como DT.


Sin embargo, su pico de popularidad, para bien y para mal, se dio en 2009. En una decisión polémica y cuestionada por muchos en ese entonces, el presidente de Huracán, Carlos Babington, lo designó para dirigir al conjunto de Parque Patricios, muy complicado con el promedio del descenso y sin un gran plantel. Sin embargo, una vez terminado el Apertura 2008, en el que dirigió los últimos encuentros, el juego del equipo en el Clausura 2009 enamoró a propios y extraños, ya que era casi unánime la simpatía del futbolero neutral por ese Huracán, apodado el del "Tiki Tiki" por el juego vistoso que desplegó en muchos partidos.


En ese campeonato, el Quemero llegó primero a la fecha final con dos puntos de ventaja sobre Vélez, su rival en la última jornada, en Liniers. Allí, después del ya famoso gol de Maximiliano Moralez que definió el torneo a favor del Fortín, su frase "cagones de mierda" hacia los alcanzapelotas del local -por hacer tiempo- quedará en el recuerdo. A causa de esas palabras y de sus críticas hacia Gabriel Brazenas, el árbitro de aquel partido que no cobró un foul previo al tanto decisivo de Moralez, sumado a su nerviosismo actual, en una situación muy difícil en River, una gran cantidad de gente se puso en contra del bahiense, tildándolo de "vendehumo" por tener un discurso pacífico en cuanto al fútbol, pero demostrar lo contrario en los estadios, insultando en casi todos los encuentros.


Algunos de los que lo aman sostienen que es muy bueno para el fútbol argentino que haya entrenadores como Cappa, con una filosofía definida y una variedad de recursos dialécticos no habituales. Otros, los que no lo pueden ni ver, opinan que "nunca ganó nada así que no puede hablar" y lo acusan de soberbio y de mentiroso. Como sea, de un lado o de otro, Cappa es un personaje en todo sentido, dentro y fuera de la cancha. Y seguramente seguirá entregando capítulos de su historia futbolera día a día.

Las estadísticas históricas del fútbol argentino son erróneas

Sobre todo en el comienzo de cada torneo, salen guías o informes con datos de la historia del rico fútbol argentino. Claro, sucede que la gran mayoría carecen de precisión, ya que se toman épocas de arranque equivocadas y, por si eso fuera poco, también se cuentan mal los puntos y demás estadísticas, algunas de las cuales son verdaderamente insólitas y hasta cómicas en algún punto. Por supuesto, mejor reír que llorar...
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El primer torneo del fútbol argentino empezó exactamente el 12 de abril de 1891, ganado por Saint Andrew´s. A partir de esa fecha es que se deben tener en cuenta todas las estadísticas. La gran mayoría de los estadígrafos de nuestro fútbol, para confeccionar las tablas y demás, tienen en cuenta los certámenes disputados desde 1931, es decir, desde el nacimiento del profesionalismo. Así, se están excluyendo inexplicablemente 40 años del deporte más popular en el país, desde 1891 hasta 1931. Es más, quizás sea más importante aquella época que la de hoy, ya que ahí se jugaba verdaderamente por la camiseta y no por la plata, como en la actualidad.
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De esta forma, es como que una persona no tenga en cuenta su nacimiento ni su formación ni nada hasta la adolescencia, es decir que sólo cuente de los 15 años en adelante, como si todo lo anterior no hubiese existido. Es más, es en el comienzo donde empezó a hablar, caminar, comer y demás actividades diarias que después lleva a cabo con normalidad. Si hasta los grandes clubes de Europa (Milan, Barcelona, Real Madrid, Juventus, Manchester United, Bayern Münich y demás) cuentan los títulos ganados en aquellos años, ¿por qué en la Argentina no? ¿Muchas instituciones hace poco no festejaron los cien años de vida, o nacieron todos en 1931 y tienen apenas 79 años? Como mínimo, suena muy contradictorio.
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Más allá de eso, hay algunas cuentas todavía peores que llaman mucho la atención. Por ejemplo, el Mundial ganado por el local, Uruguay, en 1930 sí se tiene en cuenta, pero los torneos disputados en aquel año, no. Las Copas América llevadas a cabo entre 1916 y 1930, ¿no valen entonces para la estadística? Sin embargo también están incluidas, como corresponde, en la tabla histórica de esos torneos.
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Otro motivo de discusión es la pésima confección de las posiciones históricas: equipos que ganaban partidos entre 1931 y 1995 (que ya está mal porque debería contarse desde 1891) suman dos puntos y los que ganan desde 1995 en adelante suman tres ¡¡y los meten en la misma tabla!! Que 20 cotejos ganados por Ferro en 1980 valgan 40 puntos y 20 encuentros ganados por Colón en 2006 valgan 60 no tiene lógica alguna, es inadmisible. En cambio, la Conmebol sí hace lo correcto: unifica todos los triunfos en tres puntos por cada uno y a otra cosa.
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De esta manera, no se están teniendo en cuenta los títulos obtenidos en el amateurismo: Alumni consiguió 10, Racing 9, Boca 6, Lomas Athletic 5, Huracán 4, San Lorenzo y Belgrano Athletic 3, Independiente, Porteño y Estudiantil Porteño 2, Saint Andrew´s, Old Caledonians, Quilmes, Lomas Academy, River, Estudiantes de La Plata, Gimnasia y Esgrima La Plata, Sportivo Barracas y Dock Sud, 1. Algunos ya dejaron de existir o no se dedican más a jugar al fútbol, pero en el momento sí lo hicieron y merecen ser valorados.
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Así, la tabla histórica de títulos locales ganados en total quedaría de la siguiente manera, pasada en limpio:
River 34
Boca 29
Independiente 16
Racing 16
San Lorenzo 13
Alumni 10
Vélez 7
Newell´s 5
Huracán 5
Estudiantes LP 5
Lomas Athletic 5
Rosario Central 4
Argentinos Juniors 3
Belgrano Athletic 3
Quilmes 2
Ferro 2
Estudiantil Porteño 2
Porteño 2
Chacarita 1
Lanús 1
Banfield 1
Gimnasia LP 1
Dock Sud 1
Saint Andrew´s 1
Old Caledonians 1
Lomas Academy 1
Sportivo Barracas 1
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Tarea para los estadígrafos del fútbol argentino, que parece que vieron una sola tabla una vez y simplemente la copian, con los cambios existentes después de cada certamen. Los que se dedican a esto deberían discutir seriamente, porque hay algunos datos ridículos e irracionales. En fin, la historia del fútbol argentino está lamentablemente distorsionada.

El primer clásico del Apertura fue para Racing: derrotó 2 a 1 a Boca en la Bombonera


Ya se jugaron dos fechas del Apertura 2010 y parece que el fútbol argentino sigue con la misma tendencia: la del buen fútbol en cuentagotas, la de la necesidad de unos cuantos partidos más para la adaptación de muchos jugadores nuevos en cada equipo y la del resultadismo pleno. Si no que lo diga Claudio Borghi, el entrenador de Boca. Su equipo sacó un solo punto sobre seis en el arranque y ya sufre críticas desmesuradas e injustas por su esquema de tres defensores, algo a lo que los hinchas xeneizes no están acostumbrados.

Claro, luego del empate en la primera fecha contra Godoy Cruz en Mendoza, Boca debutaba en la Bombonera en el certamen, con arquero, defensa y entrenador nuevos. Eso se vio reflejado en el campo de juego ya que Racing fue superior. Igualmente, en los primeros 20 minutos, el control del partido fue del local, que manejaba bien la pelota y llegaba por los laterales, con un Clemente Rodríguez picante. Así llegó el primer gol: un desborde del carrilero por la izquierda y un cabezazo formidable de Lucas Viatri a los diez minutos.

Sin embargo, lejos de tomar confianza, la apertura del marcador pareció ser desfavorable para Boca. De ahí en adelante, Racing tomó el control del encuentro y no lo soltó más. De esa manera, llegó al empate tras una infracción al colombiano Giovanni Moreno, algo intermitente pero con unas cualidades técnicas asombrosas. Ese tiro libre lo ejecutó Patricio Toranzo, la desvió Claudio Bieler y apareció por detrás de todos Claudio Yacob que, en posición adelantada, lo empató merecidamente.

Apenas arrancó el segundo tiempo, llegó otro golpe para el dueño de casa. Un error defensivo de Clemente Rodríguez dentro del área le permitió a Marcos Cáceres sacar un zurdazo impresionante al ángulo para poner a la visita 2 a 1 arriba a los cuatro minutos. Después, el equipo de Borghi nunca le encontró la vuelta al partido. Tanto es así que no remató más al arco hasta el final, mientras que Racing desperdició un par de contragolpes interesantes para liquidarlo antes.

Si bien todavía falta mucho, tanto La Academia como Boca, River, Estudiantes y Vélez -los últimos tres también con puntaje ideal por ahora- parecen ser los máximos candidatos a ser campeones pero puede pasar cualquier cosa. El resto de los resultados de la segunda jornada fueron:

Huracán 0 - River 1 (Facundo Affranchino).

Estudiantes 2 (Rodrigo Braña y Hernán Rodrigo López de penal) - Quilmes 0.

All Boys 1 (Fernando Sánchez) - Vélez 2 (Maximiliano Moralez y Juan Manuel Martínez).

Independiente 1 (Federico Mancuello) - Argentinos 1 (Gonzalo Prósperi).

San Lorenzo 2 (Cristian Tula y Diego Rivero) - Godoy Cruz 2 (David Ramírez -2-).

Lanús 1 (Santiago Salcedo) - Newell´s 1 (Mauricio Sperdutti).

Colón 0 - Banfield 1 (Cristian García).

Olimpo 1 (Marcelo Mosset) - Gimnasia LP 0.

Tigre 1 (Denis Stracqualursi) - Arsenal 2 (Luciano Leguizamón -2-).

Ganó el buen fútbol: España es campeón del mundo por primera vez en la historia


Señoras y señores, el fútbol se reinventó. Está de fiesta. Abre los brazos (no los tentáculos del pulpo Paul) y saluda con el rostro feliz, alegre, pensante. Es una muestra inequívoca de lo que acaba de ocurrir. Está de festejo, quizás vaya con sus amigos a una fiesta, quién sabe. Allí puede haber tragos, chicas, chicos, música y, claro, una pelota. Y si hay una número cinco, la va a acariciar, la va a besar con la misma ternura que Iker Casillas a su novia periodista luego de quedar en la historia. Claro, no es para menos. España es campeón del mundo con un fútbol exquisito, de alto vuelo y un juego que muchos envidian sanamente y desean imitar bajo cualquier circunstancia. Salvando las enormes distancias, es casi tan imitable como la hazaña de Nelson Mandela, la leyenda viviente sudafricana presente en el estadio Soccer City de Johannesburgo, antes de la final, ante el aplauso cerrado, justo y emocionante de los más de 85.000 espectadores.

El entrenador español, Vicente Del Bosque, le imprime al equipo esa tranquilidad casi inverosímil desde el banco. Los once titulares son la base del multicampeón Barcelona pero nadie se la cree. España respetó siempre la misma idea de juego, aún en la derrota en el debut contra la mediocre Suiza. Ese estilo basado en el toque innegociable, en el buen trato de la pelota, en pequeñas sociedades como Carles Puyol-Gerard Piqué y Xavi Hernández-Andrés Iniesta. Así, llegó a la consagración definitiva, merecida, grandiosa, histórica. Ese 1 a 0 a Holanda en la final con el gol de San Andrés Iniesta en el minuto 116, es decir, a los once del segundo tiempo del alargue, a sólo cuatro minutos de que el partido terminase y definieran en los feos penales.

Fue histórica la proeza por varios motivos: primera vez en ser el mejor del mundo, primer campeón mundial pese a haber perdido el cotejo inicial, la consagración con menos goles en contra -dos- y también con menos tantos a favor -ocho-. Sólo tres jugadores del campeón anotaron en Sudáfrica: David Villa hizo cinco, Iniesta dos y Puyol, uno. Manchada por el impresentable arbitraje del inglés Howard Webb, la final fue menos de lo que se esperaba, especialmente por el juego sucio de los holandeses, que se tendrían que haber ido al descanso con dos hombres menos. Igualmente, el juez se encargó de favorecer y perjudicar a ambos ya que, en la jugada previa al gol decisivo, hubo un clarísimo corner no cobrado para el conjunto de Bert Van Marwijk, con el rebote de la Jabulani en ¡dos! españoles tras un tiro libre. Insólito.

No obstante, el ganador de la Eurocopa 2008 es el nuevo campeón del mundo con total justicia. En todos los encuentros fue claramente superior a sus rivales y tuvo la pelota casi siempre, aunque le faltó esa contundencia en los metros finales, los más importantes en el fútbol, porque tuvo a un Fernando Torres desconocido y en una forma física muy lejos de la ideal, a tal punto que terminó siendo suplente y, encima, cuando ingresó, se desgarró. Si el delantero del Liverpool hubiese sido el que todos conocen, el título de La Roja hubiera llegado con más comodidad todavía.

Final para un Mundial de Sudáfrica algo extraño, mal jugado al principio, con mejoras en el final y con una coronación más que merecida, producto de un equipo que quedará en la historia por su estilo de juego: siempre por abajo y al compañero. Además, España recibió el premio al Fair Play (juego limpio) por ser el equipo con menos tarjetas (en siete partidos, ninguna roja y sólo ocho amarillas, cinco de ellas en la final). Y pensar que algunos dijeron que el tiki tiki es un fútbol sin arcos...

Urgente: se necesitan dadores de sangre para los amantes del amarretismo y de la mezquindad. Si preguntan por el paradero del jogo bonito y del tiki tiki, se sabe que está en una fiesta inigualable con sus socios inseparables: el toque, la precisión y la presión limpia, entre otros. Futboleros, ¡Chapeau!. España campeón del mundo. ¡Y olé!.

El tiki tiki está de fiesta: España u Holanda serán campeones del mundo por primera vez


Todos los amantes del buen fútbol vivieron ayer un día inolvidable, sin dudas. España, el mejor equipo del mundo, ya está en la final del domingo. Con un gol de Carles Puyol de cabeza a los 28 del segundo tiempo, el campeón de Europa pasó al partido decisivo por primera vez en su historia. Más allá del escaso 1 a 0 a Alemania, el equipo de Vicente Del Bosque fue muy superior al de Joachim Löw. Mantuvo el control de la pelota durante todo el partido, con ese buen juego que enamora a cualquier futbolero.

Con los toques precisos y la intención de jugar siempre por abajo que lo llevó a ser el mejor conjunto de todos en los últimos tres años, España es el que mejor trató el balón en este Mundial de Sudáfrica, aún cuando arrancó su exitoso camino con una derrota 1 a 0 contra la mezquina Suiza, finalmente eliminada en la primera ronda. Cuando se la daba a La (ex) Furia como principal candidata a quedarse con el título, había un argumento muy simple: los partidos se ganan en el mediocampo y los españoles tienen a los mejores volantes del mundo. Tanto es así que ayer Xavi Hernández, Xabi Alonso, Sergio Busquets y Andrés Iniesta dieron una verdadera lección de cómo se juega al fútbol que más le gusta a la gente, con la recuperación casi inmediata de la pelota y, luego, con el excelente trato que le dan a la misma.

Pero España no la tendrá fácil el domingo a las 15:30 en el estadio Soccer City de Johannesburgo porque su rival, Holanda, también respeta el mismo estilo de juego aunque quizás no luce tanto y no es tan vistoso para el espectador. En la semifinal derrotó 3 a 2 a Uruguay con muy buenas actuaciones de sus figuras, Wesley Sneijder y Arjen Robben, quienes marcaron un gol cada uno, mientras que el restante lo anotó Giovanni Van Bronckhorst. Para le Celeste dirigida por Oscar Tabárez marcaron Diego Forlán y Maximiliano Pereira, éste último sobre el final.

El equipo de Bert Van Marwijk ganó los seis cotejos que disputó en la Copa del Mundo y llega de la mejor manera. Además, se quedó con la victoria en los últimos catorce encuentros oficiales, ocho por las Eliminatorias y seis en Sudáfrica. La Naranja se enfrentó a la Roja nueve veces, con cuatro victorias por lado y un empate. Los holandeses llegaron dos veces a la final y perdieron ambas contra quienes eran locales. En 1974, cayeron contra Alemania Federal 2 a 1 en Münich y cuatro años más tarde, fue 1-3 contra Argentina en Buenos Aires.

Lo cierto es que España y Holanda prometen hacer una gran final el domingo en Johannesburgo, porque ambos juegan muy bien y tienen individualidades de mitad de cancha hacia adelante. El candidato de casi todos es España, pero Holanda ya sorprendió cuando eliminó a Brasil en los cuartos de final. A las 15:30, hora argentina (20:30 en Sudáfrica) habrá un campeón del mundo debutante. El buen fútbol y el tiki tiki, agradecidos.

PARTIDO POR EL TERCER PUESTO:
ALEMANIA - URUGUAY
Sábado - 15:30 hora argentina - estadio Nelson Mandela, de Port Elizabeth.

FINAL:
ESPAÑA - HOLANDA
Domingo - 15:30 hora argentina - estadio Soccer City, de Johannesburgo.

Otra vez, Argentina falló en el partido clave y se fue del Mundial con un 0 - 4 contundente


No había jugado bien Argentina contra México. Los tres goles de aquel partido por los octavos de final habían sido gracias a situaciones fortuitas, no en base a buenas jugadas colectivas. Sin embargo, el cuerpo técnico, con Diego Maradona a la cabeza, se dejó engañar por la victoria y decidió repetir el equipo frente a Alemania por los cuartos de final. Pero claro, Alemania no es México y quedó más que demostrado...

Con Maximiliano Rodríguez y Ángel Di María - ambos con un flojísimo Mundial- como volantes por los costados, la Albiceleste careció de marca y lo dejó a Javier Mascherano demasiado solo en esa función clave. Si bien los teutones se vieron favorecidos por el gol del crack Thomas Müller a los dos minutos producto de una pelota parada, luego siguió manejando la pelota por un buen tiempo. Igualmente, en los últimos quince minutos de la primera etapa y en los primeros quince de la segunda, Argentina lo apretó pero sin profundidad. Con intentos desprolijos y varios remates de media distancia, trató de igualar un encuentro muy esquivo desde el comienzo. Como no lo logró, el tricampeón mundial dio una lección de cómo se maneja el contraataque y lo difinió de esa manera, a través de Miroslav Klose -dos veces- y de Arne Friedrich.

Con un Lionel Messi demasiado lejos del arco contrario -otro error del entrenador- y jugando más de enganche que de delantero, el conjunto de Maradona no tuvo ese aporte picante del crack del Barcelona en los últimos 30 metros. De cualquier manera, se esperaba mucho más del rosarino en los cuartos de final, pero no es el único culpable. No tuvo ese equipo atrás que lo respaldara, no jugó donde más lastima y careció de jugadores que le armaran sociedades, como en su club, para poder brillar a pleno.

Además de los ya mencionados Rodríguez y Di María, hubo otros jugadores que hicieron una Copa del Mundo bastante pobre. Por ejemplo, Martín Demichelis y Nicolás Otamendi -especialmente contra Alemania- no estuvieron a la altura de las circunstancias. Nadie discute que ambos son grandes jugadores, pero se los notó imprecisos y lentos en el cotejo que marcó la despedida. Quizás todos ellos más Jonás Gutiérrez fueron los de más bajo nivel, pero tampoco se les puede caer con todo.

Hubo varias fallas, y de las importantes, en la Selección los últimos cuatro años: el proceso de Alfio Basile como técnico terminó en escándalo, Julio Grondona no quiso que el requerido Oscar Ruggeri sea ayudante de campo de Maradona, hubo muchísimas discusiones y peleas entre el mismo Diego, Carlos Bilardo, Humberto Grondona, Alfio Basile hijo, Jorge Ribolzi y demás, cambio de entrenador en medio de unas Eliminatorias pésimas con ambos, fuertes cruces de Maradona con la prensa post clasificación en Montevideo, discutible y polémica confección de la lista de los 23 jugadores que fueron a Sudáfrica...

Es probable que todo eso no haya sido un factor decisivo a la hora de perder 4 a 0 contra Alemania, pero sin dudas que no suma para nada. Al contrario, resta y desvía objetivos. Algo similar a lo que sucedió en la previa a la final de la Copa Davis de tenis contra España en Mar del Plata. ¿Resultado? También derrota cómoda. ¿Será casualidad? Lo cierto es que el "puterío" previo aleja las chances de llegar al objetivo. Así, Argentina redondeó otra Copa del Mundo discreta y deberá esperar cuatro años más, hasta Brasil 2014, para intentar llevarse el título por tercera vez. Una verdadera lástima por la enorme ilusión que había generado en toda su gente.

Los otros cuartos de final concluyeron de las siguiente manera:

Uruguay 1 (Diego Forlán) - Ghana 1 (Sulley Muntari). Ganó Uruguay 4 a 2 en los penales.
Holanda 2 (Wesley Sneijder -2-) - Brasil 1 (Robinho).
España 1 (David Villa) - Paraguay 0.

Con los horarios de Argentina, las semifinales se jugarán así:

URUGUAY - HOLANDA
Martes 6 de julio - 15:30 - Ciudad del Cabo.

ESPAÑA - ALEMANIA
Miércoles 7 de julio - 15:30 - Durban.

La España del tiki tiki ya está en los cuartos de final... ¿y ahora quién la frena?

Juego asociado, toques, posesión casi continua de la pelota, dominio sobre el contrario, imposición del juego más conveniente, algunos lujos, varias llegadas al arco rival por partido. La España dirigida por Vicente Del Bosque tiene todo lo que a cualquier equipo de fútbol le gustaría tener, pero que muy pocos consiguen. Derrotó 1 a 0 a Portugal con el gol de David Villa y ya está entre los ocho mejores equipos del mundo. Después de tropezar en el debut, donde cayó 1 a 0 contra Suiza en un verdadero milagro futbolístico, el campeón de Europa es, junto a Argentina, Brasil y Holanda, uno de los que mejor juego desplegó hasta aquí en Sudáfrica.

Más allá de algunas críticas que recibe porque algunos dicen que juega al "fútbol sin arcos", el conjunto español sigue llevando un apodo que, en realidad, tiene muy poco que ver con su actualidad pero que sí se relaciona mucho con su pasado. "La Furia" se le suele decir, aunque de eso ya le queda poco y ahora privilegia el hecho de imponerse al rival desde el manejo del balón y no desde la fuerza que, por lo visto, mucho resultado no le dio porque nunca superó los cuartos de final en un Mundial. Ahora intentará sacarse ese estigma de encima cuando enfrente en esa instancia a Paraguay, que derrotó a Japón por penales luego de igualar sin goles y se metió entre los ocho mejores por primera vez en su historia.

A continuación, los resultados de los octavos de final:

Uruguay 2 (Luis Suárez -2-) - Corea del Sur 1 (Lee Chung Yong).
Ghana 2 (Prince Boateng y Asamoah Gyan) - Estados Unidos 1 (Landon Donovan de penal).
Argentina 3 (Carlos Tevez -2- y Gonzalo Higuaín) - México 1 (Javier Hernández).
Alemania 4 (Thomas Müller -2-, Lukas Podolski, Miroslav Klose) - Inglaterra 1 (Matthew Upson).
Brasil 3 (Juan, Luis Fabiano, Robinho) - Chile 0.
Holanda 2 (Arjen Robben, Wesley Sneijder) - Eslovaquia 1 (Robert Vittek de penal).
Paraguay 0 - Japón 0 (ganó Paraguay 5-3 en los penales).
España 1 (David Villa) - Portugal 0.

Los cuartos de final, con los horarios de Argentina:

BRASIL - HOLANDA
Viernes 2 de julio - 11 hs. - Puerto Elizabeth.

URUGUAY - GHANA
Viernes 2 de julio - 15:30 hs. - Johannesburgo.

ARGENTINA - ALEMANIA
Sábado 3 de julio - 11 hs. - Ciudad del Cabo.

ESPAÑA - PARAGUAY
Sábado 3 de julio - 15:30 hs. - Johannesburgo.

Argentina no jugó bien, pero está entre las ocho mejores del mundo y su ilusión se agiganta


Muchos aspectos para analizar dejó la victoria de Argentina 3 a 1 sobre México en los octavos de final de este Mundial de Sudáfrica. En los primeros 20 minutos, el equipo de Diego Maradona arrancó impreciso, como desconcertado contra un rival que salió a jugarle de igual a igual y que, incluso, lo hizo pasar un par de sustos en ese lapso, especialmente con dos tiros de afuera del área de Carlos Salcido y de Andrés Guardado que salieron muy cerca del arco de Sergio Romero (es más, el primer remate dio en el travesaño).

A partir del gol en clarísima posición adelantada de Carlos Tevez a los 25 minutos, el equipo se tranquilizó al mismo tiempo que los mexicanos se desesperaron. En ese instante de desconcentración del Tri por el increíble gol que le habían cobrado a la Albiceleste, Gonzalo Higuaín aprovechó un horror defensivo del conjunto de Javier Aguirre y estampó el 2 a 0, en una definición muy similar a la que hizo en un River 3 - Boca 1 en el Monumental.

El complemento fue, sin dudas, lo peor de Argentina en esta Copa del Mundo. Más allá de la estupenda definición de Tevez desde afuera del área que le dio el 3 a 0 a los seis minutos, el bicamepón mundial se retrasó demasiado y le dejó el campo y la pelota al rival, que llegó al descuento a través de un gran gesto técnico y mejor disparo de Javier Hernández, un joven muy interesante y con muchísimo futuro.

Para vencer a Alemania en cuartos de final el sábado a las 11, hora argentina, y meterse entre los cuatro mejores del mundo después de 20 años, el equipo de Maradona deberá mejorar mucho. Con cuatro centrales en el fondo gana seguridad defensiva pero sigue teniendo flojas actuaciones Martín Demichelis. Quizás la única explicación para que el primer marcador central conserve su lugar entre los 11 sea que conoce perfectamente los movimientos de los alemanes, a quienes enfrenta todos los fines de semana en la Bundesliga.

El resto de la defensa, con un Nicolás Otamendi en un nivel muy alto como lateral por derecha, más la presencia de Nicolás Burdisso como segundo marcador central y Gabriel Heinze como lateral izquierdo, tiene un rendimiento bueno y parece inamovible, más allá de la recuperación física de Walter Samuel. Los tres delanteros también van a mantener sus lugares, excepto que haya alguna lesión. Contra México, los goles de la figura de la cancha, Tevez, más la impecable definición de Higuaín hacen que Diego no tenga que cambiar. El que no tuvo un gran encuentro fue Lionel Messi, demasiado tirado atrás y con apenas chispazos de su talento. Por ahora alcanza, pero se lo vio muy fastidioso y lejos del balón en el segundo tiempo.

El sector que más preocupa de cara al cotejo contra Alemania es el mediocampo. El único de esa zona que está jugando muy bien es el capitán Javier Mascherano. En los costados, con Maximiliano Rodríguez y Ángel Dí María intrascendentes, Maradona debería hacer modificaciones. Ni el ex Newell´s ni el ex Rosario Central aportaron demasiado en ningún aspecto y sus presencias como titulares contra los teutones están en duda. En el banco esperan su oportunidad Juan Sebastián Verón y Jonás Gutiérrez. No debiera extrañar que ambos jueguen de arranque el sábado en Ciudad del Cabo, donde la Selección de Diego intentará tomarse revancha del que, de local y en la misma instancia, fue el verdugo en el último Mundial.

Argentina ya está en los octavos de final y la película de Palermo parece no tener fin


Le hizo un gol "en mulettas" a River para eliminarlo de la Copa Libertadores en un Superclásico después de seis meses inactivo por una rotura de ligamentos, se le cayó un cartel de publicidad en la rodilla y otra vez sufrió la misma lesión, le convirtió dos goles al Real Madrid y le dio otra Copa Intercontinental a Boca, marcó un tanto de mitad de cancha con el pie y otro desde esa distancia ¡con la cabeza!, metió un penal pateado con las dos piernas al mismo tiempo, anotó dos goles apenas días después de que uno de sus hijos quedara a las puertas de un nacimiento que nunca llegó y lloró esa tarde en pleno partido, se metió en la historia grande del fútbol argentino a nivel clubes, superando a Francisco Varallo como máximo goleador en la historia de Boca. Todo eso no es una película, es una realidad en la carrera de Martín Palermo. Pero hay más...

Vistiendo la camiseta de la Selección Argentina, erró tres penales el mismo partido en la Copa América. Hace poco, en octubre del año pasado, hizo el gol de la clasificación del equipo de Diego Maradona agónicamente, bajo la lluvia que caía en el Monumental, en posición adelantada. Ahora, como si todo lo anterior fuera poco, debutó en un Mundial con 36 años y 277 días y diez minutos le alcanzaron para darle un nuevo pase a la red y quedar en la historia otra vez: es el debutante más veterano en un Mundial, el goleador más viejo de su Seleccionado en la historia en la Copa del Mundo (superó a su ahora DT) y, además, es el primer jugador de Boca que anota en el campeonato más importante desde que Mario Evaristo lo hiciera en Uruguay 1930.

Es verdaderamente de ficción la trayectoria de Palermo, quien liquidó el encuentro en el que Argentina venció 2 a 0 a Grecia, con el otro gol marcado por Martín Demichelis. Así, la Albiceleste pasó a los octavos de final, donde enfrentará otra vez a México, idéntico rival al que derrotó en la Copa del Mundo anterior, en la misma instancia. El equipo de Maradona fue muy superior a un oponente flojísimo, a pesar de que recién abrió el marcador a quince minutos del final, a través de una pelota parada, situación gracias a la que empezó en ventaja en todos los encuentros de la primera ronda.

Sin demasiados sustos, el equipo con siete suplentes que puso el entrenador contra los helénicos ganó merecidamente y, de paso, les dio descanso a los habituales titulares. Con Mario Bolatti, Clemente Rodríguez y Nicolás Burdisso como los más destacados, más una última media hora muy buena de Lionel Messi, que aprovechó en ese momento el desgaste de sus marcadores que lo maltrataron siempre y remató al arco en la previa al gol de Palermo, el bicampeón mundial ya piensa en lo que viene. Por ahora, está nuevamente entre los 16 mejores del planeta y chocará contra México el domingo a las 15:30, hora argentina, en Johannesburgo, en busca del pasaje a los cuartos de final.

Si es por la lógica, la Albiceleste está dos goles arriba de los aztecas y no debería tener mayores problemas, pero esto es fútbol. Y no siempre, en este deporte, dos más dos es cuatro. En Alemania, Maximiliano Rodríguez clavó aquel zurdazo, en el alargue, que lo clasificó al conjunto de José Pekerman a los cuartos. Ahora, de la mano de Maradona desde el banco y de Messi dentro de la cancha, Argentina aspira a que haya otra victoria frente a los mexicanos. Claro, con un desenlace diferente en el torneo que tenga sólo tres palabras: campeón del mundo.

Argentina aplastó 4 a 1 a Corea del Sur y, hasta ahora, es el mejor equipo del Mundial


Goles, lujos, gambetas, toque asociado. En definitiva, fútbol. Eso es lo que desplegó Argentina en la goleada 4 a 1 contra Corea del Sur en el segundo partido de la primera fase, en un grupo B que lo tiene como único líder. Gracias a los tres tantos de Gonzalo Higuaín y a uno en contra de Chu Young Park, el equipo de Diego Maradona se llevó los tres puntos que casi lo clasifican a los octavos de final, excepto que ocurra un milagro futbolístico en la tercera jornada. El descuento de los asiáticos fue sobre el final del primer tiempo, gracias a un error de Martín Demichelis en defensa, aprovechado por Chung Yong Lee, quien le dio el 1-2 a su Selección.

En el segundo tiempo, Corea no tuvo ideas para ir a buscar el empate y el bicampeón mundial aprovechó un muy buen ingreso de Sergio Agüero a 15 minutos del final para liquidar el partido. Más allá de que dominó ampliamente el trámite y de que la diferencia de tres goles fue justa, la albiceleste sigue teniendo aspectos para corregir. La posición de Jonás Gutiérrez como lateral derecho no termina de cerrar y el equipo sigue teniendo algunas dudas por ese sector. Por ahora no se notan demasiado porque hay rivales flojísimos en la ronda inicial, pero en los cruces mano a mano a partir de octavos de final pueden costarle caro. Además del error-horror de Demichelis en el gol de los surcoreanos, el defensor del Bayern Münich volvió a mostrar un bajo nivel. La correcta entrada de Nicolás Burdisso abre una duda para el entrenador en el puesto de primer marcador central.

El problema para Diego es que se lesionó Walter Samuel y entonces Burdisso iría de segundo central en reemplazo del hombre del Inter, quien tiene una contractura que, en principio, no le impediría jugar en el casi seguro cruce de octavos de final que, por ahora, sería contra México. Obviamente, al Muro no lo van a arriesgar frente a Grecia, en el último cotejo de la primera rueda. Además, tanto Sergio Romero como Gabriel Heinze siguen muy firmes, el primero desde el arco y el segundo desde el lateral izquierdo. Con respecto al debut frente a Nigeria, levantaron un poco el nivel Gutiérrez y Ángel Di María. Igualmente, ninguno de los dos hizo un gran partido. Quizás la entrada de Maximiliano Rodríguez aportó mucho para la mejora de Jonás, ya que le dio ese ida y vuelta por la derecha que Juan Sebastián Verón no siente. Por eso, quedan dudas acerca de quién será el volante por la derecha contra Grecia. Como número "5" clásico, Javier Mascherano hizo lo de siempre: corrió mucho, quitó y les entregó la pelota "limpia" a sus compañeros.

Adelante, los tres estuvieron muy afilados. Además de la tripleta de un muy preciso Higuaín, Lionel Messi mostró los destellos habituales y participó en los cuatro goles argentinos, jugando más de enganche que de delantero para abastecer al punta del Real Madrid. Otra vez, Carlos Tevez jugó bien, se tiró atrás cuando el equipo lo necesitó y tuvo un par de situaciones que no supo aprovechar. El ex delantero de Boca sigue con un muy pobre promedio de gol en su Selección pero contra Corea jugó un muy buen encuentro y, una vez más, fue muy solidario con sus compañeros a la hora del sacrificio. De cualquier manera, ¿está bien que un delantero de raza como Tevez marque más de lo que juegue? ¿O sería más productivo en los últimos metros, como lo hizo en Boca y en el Corinthians de Brasil, donde se cansó de hacer goles jugando más arriba?

En fin, Argentina volvió a ser Argentina. Con un equipo muy ofensivo, con un juego vistoso y llegadas importantes al arco rival, con goles muy lindos como el último y, por qué no, con algunos desacoples en defensa típicos de un conjunto que va mucho al ataque y suele desordenarse atrás. Con todo eso más el mejor jugador del mundo afilado, Messi, el equipo de Maradona sueña con levantar la Copa del Mundo por tercera vez en su riquísima historia. ¿Podrá? Debe ajustar algunos detalles defensivos, pero la base está. Por lo pronto, la tercera escala hacia la gloria se llama Grecia.

Además del triunfo en el debut, Argentina tiene otro motivo para ilusionarse: apareció Messi


Picante, desequilibrante, atrevido, gambeteador, participativo, influyente, decisivo en el juego. Así se lo vio a Lionel Messi en el debut de Argentina en el Mundial de Sudáfrica, parecido a lo que hace en el Barcelona. El mejor jugador del mundo hizo de todo aunque le faltó lo más importante: concretar las cuatro situaciones de gol que tuvo. Un detalle no menor, especialmente cuando enfrente haya rivales mucho más fuertes que esta débil Nigeria. Lo que no lograron Messi ni Gonzalo Higuaín -que tuvo tres clarísimas y las falló-, sí lo hizo Gabriel Heinze, quien con un cabezazo espectacular tras un centro preciso de Juan Sebastián Verón en un corner desde la derecha, puso el 1 a 0 definitivo cuando sólo iban seis minutos del primer tiempo.

Como indicaba la lógica, por la categoría de los jugadores, el equipo de Diego Maradona fue claramente superior a los africanos, aunque terminó sufriendo por la impericia de los delanteros a la hora de la concreción. A la misma altura de la importancia de los tres puntos en el primer partido estuvo la brillante actuación de Messi, que jugó su mejor partido con la camiseta argentina. Fue el eje de todas las jugadas de peligro de la Albiceleste, que fueron no menos de diez. Con gambetas increíbles, buenas asistencias y remates de media distancia hizo lucir al arquero Vincent Enyeama, la gran figura del encuentro.

Más allá de la justicia de una victoria que tendría que haber sido más holgada y sin sufrimiento, quedan varios aspectos a mejorar. No se entienden muy bien las posiciones de Jonás Gutiérrez y de Ángel Di María, los dos encargados de hacer ese incansable ida y vuelta por los costados. El jugador del Nwecastle inglés debe cubrir una exagerada cantidad de metros por la banda derecha y en algunas jugadas de ataque de los africanos fue superado por su sector. Quedó a mitad de camino varias veces y eso podría haber complicado seriamente al equipo. Por el lateral izquierdo, Di María está obligado a correr y a marcar demasiado y se pierde en esa función, dado que las enormes condiciones técnicas del zurdo son casi inútiles si se ocupa más de marcar que de llegar vacío al arco rival.

Con ese déficit por los laterales, muchas veces el bicampeón mundial se vio desbordado por un equipo bastante flojo. Igualmente, el arquero Sergio Romero no tuvo demasiado trabajo, aunque se lo notó muy seguro en sus pocas intervenciones. En el fondo, el mejor fue Heinze que, además del gol, mostró firmeza en su posición de lateral izquierdo. Walter Samuel también tuvo un encuentro impecable, excepto por una pelota que perdió en forma insólita a la salida y que casi cuesta un gol de Nigeria en el amanecer del partido. El de tarea más pobre del fondo fue Martín Demichelis, quien salió a cortar a destiempo tres o cuatro veces y no brindó la seguridad habitual en él.

El doble cinco de Javier Mascherano y Verón estuvo correcto, aunque el hombre del Liverpool jugó mejor que el de Estudiantes, quien estuvo impreciso en algunos pases fáciles que no suele errar. En cambio, el capitán fue, después de Messi, el mejor futbolista del conjunto de Maradona, cortando y distribuyendo correctamente en el centro de la cancha. La actuación del otro delantero, Carlos Tevez, fue aceptable. Si bien no tuvo chances claras de gol, se tiró más atrás y colaboró con los mediocampistas en la marca, además de dar dos buenas asistencias que Higuaín ni Messi supieron aprovechar.

En síntesis, el trabajo argentino fue aceptable para ser un debut en una Copa del Mundo, a la que clasificó jugando bastante mal. A partir de ahora, habrá que corregir varios temas ya destacados, pero siempre es mucho más fácil hacerlo con los tres puntos en el bolsillo. En su segundo cotejo, Argentina enfrentará a Corea del Sur el jueves a las 8:30, hora argentina. Con Demichelis un poco más firme, con con un trabajo más aceitado en los costados, con un Verón -que está en duda por una mialgia- más preciso, con Higuaín más fino en los últimos metros y, especialmente, con un Messi tan brillante como el del compromiso inicial, todos los futboleros albicelestes pueden soñar tranquilos con un hermoso dejavú de Maradona levantando la Copa como en 1986. Sólo resta esperar a que los días y a que los encuentros pasen...

Además, los otros partidos de la primera fase terminaron así:

Grupo A: Sudáfrica 1 (Siphiwe Tshabalala) - México 1 (Rafael Márquez); Francia 0 - Uruguay 0.
Grupo B: Corea del Sur 2 (Lee Jung Soo y Park Ji Sung) - Grecia 0.
Grupo C: Inglaterra 1 (Steven Gerrard) - Estados Unidos 1 (Clint Dempsey); Eslovenia 1 (Robert Koren) - Argelia 0.
Grupo D: Alemania 4 (Lukas Podolski, Miroslav Klose, Thomas Müller y Cacau) - Australia 0; Ghana 1 (Asamoah Gyan de penal) - Serbia 0.

En la previa del Mundial, España y Brasil son los máximos favoritos


Siempre, antes de una competición muy importante, hay algunos equipos (en este caso, Selecciones) que son, en teoría, superiores a otros y, por lo tanto, tienen más chances de quedarse con el título. Apenas tres días antes del comienzo del Mundial de Sudáfrica, España y Brasil son los candidatos principales para levantar la Copa del Mundo el domingo 11 de julio.

Los españoles, campeones de Europa hace dos años, son los que mejor están jugando, ganaron los diez partidos que jugaron en Eliminatorias y tienen el mejor mediocampo del mundo. Con Xavi Hernández, Xabi Alonso, Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Sergio Busquets y David Silva en ese sector de la cancha, el entrenador Vicente Del Bosque tiene muchísimas variantes de jerarquía, en las que también están incluidos Mata, Jesús Navas y Javi Martínez, aunque algo lejos del estrellato de los anteriores.

Con un nivel de juego notable y dos delanteros muy importantes como Fernando Torres -que no llega diez puntos físicamente- y David Villa, más la impresionante aparición del joven del Barcelona, Pedro Rodríguez, los ibéricos tienen una presión extra que les puede ser muy perjudicial: en los Mundiales siempre prometen pero nunca superaron los cuartos de final. Si bien este equipo es el mejor de la historia española, tendrá que superar esos miedos escénicos históricos, como ya lo hizo en la Eurocopa 2008. El equipo base de Del Bosque es: Iker Casillas; Sergio Ramos, Gerard Piqué, Carles Puyol, Joan Capdevila; Andrés Iniesta, Xabi Alonso, Xavi Hernández, David Silva; David Villa y Fernando Torres.

Apenas debajo de España en los pronósticos aparece el pentacampeón mundial, Brasil. El conjunto dirigido por Carlos Dunga viene de ganar la Copa América 2007 y la Copa Confederaciones 2009. Pese a esos logros, el entrenador es resistido por una parte de la prensa y de la gente brasileña porque no se identifica con el estilo de juego histórico del Scratch. Amante de un sistema defensivo sólido, el técnico sabe que tiene jugadores de sobra para lograrlo. Tiene dentro de sus 23 convocados al mejor arquero del mundo, Julio César, dos laterales derechos de lo mejor del planeta como Maicon y Daniel Alves y un central que la rompe: Lucio.

Sin embargo, en forma opuesta a lo que indica su tradición, el campeón de América cuenta ahora con mejores defensores que delanteros, ya que sus puntas no están pasando un gran momento. Igualmente son de jerarquía, pero menor a la que nos tienen acostumbrados los brasileños, con un Kaká que no está en su plenitud física y tuvo una temporada bastante pobre en su llegada al Real Madrid. A él se suman Robinho y Luis Fabiano, quienes no están en clubes de elite, ya que el primero juega en el Santos de su país y el segundo en el Sevilla de España.

Así, con no muchas variantes en ataque pero con una defensa envidiable y su chapa inigualable en campeonatos mundiales, Brasil saldría a la cancha con un equipo similar al siguiente: Julio César; Maicon, Lucio, Juan y Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo, Elano; Kaká; Robinho y Luis Fabiano.

En un segundo grupo de favoritos están Argentina, el campeón del mundo Italia, Alemania e Inglaterra. El equipo de Diego Maradona llega a Sudáfrica con muchas dudas en cuanto al funcionamiento, dado que hizo unas Eliminatorias muy flojas y clasificó con sufrimiento. Sin embargo, la enorme categoría de sus delanteros, los mejores del mundo en la actualidad, hacen que el bicampeón mundial se ilusione y sea candidato nuevamente, aunque ahora viene desde atrás. Con el mejor futbolista de todos los tiempos como director técnico y el mejor jugador del mundo actual, Lionel Messi, la Albiceleste quiere levantar la Copa por tercera vez y tiene con qué, especialmente en la delantera, en la que, además de Messi, están entre los 23 Gonzalo Higuaín, Diego Milito y Carlos Tevez. Un poco más atrás en la consideración aparecen Sergio Agüero y Martín Palermo.

Lo de Italia y Alemania es más por la historia que por la actulidad. Dueños de camisetas que pesan mucho en estos torneos (los italianos fueron campeones cuatro veces y los germanos, tres) no pasan por un gran presente futbolístico pero son países que casi siempre llegan a instancias decisivas cuando muy pocos lo esperan. Tienen un poderío defensivo muy bueno y son fieles a ese estilo de juego que tan buenos resultados les ha dado.

En cambio los ingleses, de la mano del DT italiano Fabio Capello, mejoraron muchísimo últimamente y llegan al Mundial con buenos rendimientos, A pesar de que tres de sus jugadores emblemas como David Beckham, Michael Owen y Río Ferdinand no podrán estar por lesión, Inglaterra es uno de los mejores del planeta en cuanto al nivel futbolístico. Debido a que no cuentan con el peso de la historia que sí tienen Italia y Alemania y a las lesiones ya mencionadas, los británicos arrancan de atrás pero pueden sorprender.

En un tercer y último grupo de favoritos se ubican Holanda, Francia y Portugal. La Naranja Mecánica posee su tradicional potencia ofensiva. Con figuras internacionales como Rafael Van der Vaart, Arjen Robben, Dirk Kuyt, Robin Van Persie, Ryan Babel y Wesley Sneijder, los holandeses cuentan con muchas variantes más que interesantes de mitad de cancha hacia adelante. Deberá superar, como España y, en menor medida Inglaterra, el peso de sus experiencias fallidas a la hora de las instancias decisivas.

El subcampeón del mundo, Francia, tiene en la actualidad un nivel tan bajo que prácticamente queda afuera de la consideración del ambiente futbolístico para ganar el Mundial. El conjunto de Raymond Domenech viene de quedar afuera en la primera ronda en la Eurocopa 2008 y de hacer una pobrísima Eliminatoria, en la que logró clasificar recién en el repechaje contra Irlanda, con un gol de Thierry Henry que debió haber sido invalidado porque bajó la pelota con la mano, groseramente. Pese a todos sus problemas, los galos tienen jugadores de jerarquía (Franck Ribery, Henry, Florent Malouda, Patrice Evra, Eric Abidal y Nicolás Anelka, por ejemplo) como para hacer un buen papel y, porqué no, llegar a su tercera final en las últimas cuatro Copas del Mundo.

Portugal, dirigido por Carlos Queiroz, tiene a uno de los dos mejores futbolistas de la actualidad, Cristiano Ronaldo. Igual, el delantero del Real Madrid, de gran temporada personal, no está solo. Con compañeros de la talla de Ricardo Carvalho, Paulo Ferreira, Deco (los tres en el Chelsea), Simao Sabrosa (Atlético Madrid) y Nani (Manchester United), Ronaldo tiene con qué ilusionarse, aunque los lusos deberán mejorar muchísimo la pálida imagen dejada en la Eliminatoria, donde tuvieron que jugar el repechaje, en el que derrotaron a Bosnia y entraron con angustia al certamen más importante.

Con esos nueve países tratando de quedar en la historia y varios más con el deseo de dar la sorpresa (todos los africanos en "su" Mundial, más Estados Unidos y el Chile de Marcelo Bielsa pueden conseguirlo), Sudáfrica sólo tiene que esperar tres días más para dar comienzo a la fiesta. Por primera vez, un Mundial tiene sede en un país del continente más pobre y postergado. Justamente, el local y México levantarán el telón el viernes 11 de junio, a las 16 hora local, las 11 hora argentina. ¡Que comience a rodar la pelota de una vez por todas!

Para Sudáfrica, el Mundial es un soplo de aire fresco entre tanta miseria

En sólo diez días arrancará el primer Mundial de fútbol de la historia en el continente africano. Como ya se sabe hace mucho, el país encargado de llevar a cabo el segundo evento deportivo más importante del planeta- detrás de los Juegos Olímpicos- es Sudáfrica. Si bien es la nación con el territorio más amplio y la mayor cantidad de población del continente, sucede lo mismo que en tantos otros sitios: la riqueza se la llevan muy pocos, mientras que la gran mayoría de la población es muy pobre y, por lo tanto, tiene muchísimos problemas a diario.

Algunos datos hablan por sí solos: en una población de 49.052.489 personas, el ¡50 por ciento! está bajo la línea de pobreza y el 24 por ciento no tiene trabajo. Además, la expectativa de vida es de apenas 48, 98 años. Dentro del gigante africano, el 79 por ciento de la gente es de piel negra, mientras que los blancos no llegan al 10 por ciento (9, 6). Sin embargo, éstos últimos, en general, retuvieron el poder económico y se enriquecen cada día más. Justamente lo opuesto pasa con la gran mayoría de la totalidad.

Siguiendo con el desigual presente de uno de los países más pobres, el 91, 5 por ciento de los habitantes nunca navegó en Internet, un privilegio que poseen muy pocos. Por si todos estos inconvenientes fueran escasos, el anfitrión de la próxima Copa del Mundo ostenta un récord lamentable: el 12 por ciento de sus ciudadanos (5, 7 millones de personas) están afectados con VIH, el virus del sida, una de las peores enfermedades de todos los tiempos. Tanto es así que, sólo durante el 2007, murieron 350.000 personas a causa de esa infección. El idioma más utilizado en Sudáfrica es el zulú, hablado por el 23, 8 % de la gente. Lo sigue el xhosa, con el 17 %. En total, las lenguas oficiales del país son once (entre ellas, por supuesto, el inglés), aunque hay otros nueve idiomas nacionales.

Lo peor es que no sólo la actualidad de Sudáfrica es vergonzosa; también lo es su historia. En un artículo sobre el gigante africano, sería imposible e imperdonable no mencionar a un ídolo popular, a una leyenda vivente y, sobre todo, un símbolo y emblema de Sudáfrica: Nelson Mandela. Nacido el 18 de julio de 1918 (a poco de cumplir 92 años), fue el líder de la lucha contra el Apartheid, un nefasto sistema de segregación racial que predominó en la nación desde el nacimiento mismo del país (aunque se lo legalizó en 1948) y terminó en 1994, obviamente de la mano de Mandela.

El caudillo que marcó un antes y un después en la historia de su país estuvo 27 años preso. El 21 de marzo de 1960 se dio "La masacre de Sharpeville", en la que el gobierno local reprimió una manifestación para la liberación nacional que terminó con 69 muertos, todos negros. Aquello derivó en el comienzo de una etapa judicial muy difícil para Mandela, tan difícil que terminó, cuatro años después, condenado a prisión perpetua en Robben Island, un islote a once kilómetros de Ciudad del Cabo.

Acusado de terrorismo y conspiración para derrocar al gobierno de turno, ese verdadero calvario de 27 años tras las rejas le permitió a Mandela convertirse en el gran ícono que es hoy. Ese encierro mezclado con tristeza e impotencia le "sirvió" para ver cosas que quizás antes no veía. Así, el régimen racista del país fue perdiendo consenso internacional hasta que en 1985 comenzaron las conversaciones con Mandela con apoyo desde el exterior. Tanto fue así que en Londres se realizó un megaconcierto para pedir la libertad del líder, todavía preso.

Finalmente, en 1990 llegó la liberación para él y, de ahí en más, todo le sucedió muy rápido: en 1993 ganó el premio Nobel de la Paz y un año más tarde, con dos tercios de los votos y el apoyo de muchos blancos, se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. Su principal objetivo era transformar el país en una democracia multirracial.

En 1995, un año después de que se le pusiera fin definitivamente al Apartheid, Sudáfrica fue campeón del mundo de rugby, exactamente el 24 de junio. Ese también fue un logro histórico que contribuyó para que la sociedad local tomara conciencia de que muchas cosas habían cambiado. En una final apasionante, los locales vencieron con un drop agónico a Nueva Zelanda en Johannesburgo, con un dato importante: el equipo titular estaba integrado por 14 blancos y un negro, lo que marcaba que todos podían tirar para el mismo lado en busca de cumplir un objetivo en común.

Por supuesto, muy poco del presente o de la historia de su país les importará a los locales al menos desde el 11 de junio al 11 de julio, cuando reciban medio millón de visitantes desde todo el planeta para albergar el 19° Mundial de fútbol de la historia y el primero en el continente más postergado. Ellos no dudan en expresar la alegría que sienten, no tienen por qué disimularla. Si hasta el nombre de la pelota oficial de la Copa del Mundo lo dice: se llama Jabulani, que en zulú significa "celebrar". No podía ser de otra manera. Pese a las desigualdades de toda índole históricas y actuales, Sudáfrica tendrá un respiro, un descanso, al menos por un mes. Está todo dado para que así sea. Entonces, ¡que empiece la fiesta!.

All Boys vuelve a la Primera División; Rosario Central descendió a la B Nacional


Una de las Promociones 2010 tuvo un resultado inesperado: All Boys goleó 3 a 0 a Rosario Central en Arroyito y ascendió a la máxima categoría del fútbol argentino después de 30 años. En cambio el Canalla, uno de los diez clubes más grandes del país, descendió a la B Nacional luego de 25 años. Pese a que había logrado empatar sobre la hora en el encuentro de ida en Floresta -goles de Mauro Matos y de Guillermo Burdisso- perdió la categoría en su estadio ante unos 40.000 hinchas propios.

El equipo de Leonardo Madelón, al igual que en el primer encuentro, sufrió un gol tempranero, ya que cuando iban apenas seis minutos, Marcelo Vieytes aprovechó ¡un saque lateral! y puso el 1 a 0 con una media vuelta extraña y fortuita. Después del primer golpe, los rosarinos salieron a buscar la igualdad que los mantuviera en la categoría pero el centrodelantero Luciano Figueroa falló tres ocasiones de gol, con muy buenas atajadas del arquero Nicolás Cambiasso incluídas.

Precisamente por los yerros del dueño de casa a la hora de definir fue que se agrandó All Boys. El conjunto de José Romero comenzó a manejar la pelota con claridad y tuvo su premio: a los 43 minutos de la etapa inicial, el experimentado delantero Mariano Campodónico "pescó" un rebote del arquero Hernán Galíndez en el área y, fiel a su costumbre, no perdonó. Puso el 2 a 0 con el que el Albo se fue en ventaja al entretiempo. Mientras tanto, los hinchas de Central tenían cada vez menos esperanzas de poder revertir el resultado y, con una mezcla de bronca y resignación, algunos insultaron a sus jugadores cuando éstos iban al túnel.

Ya en el complemento, Madelón trató de buscar variantes en el banco de suplentes y puso a Jonathan Gómez, Emilio Zelaya y Federico Carrizo pero no hubo caso. Merecidamente, los de Floresta continuaban en ventaja y, encima, sentenciaron el ascenso propio y el descenso Canalla a los 20, cuando Cristian Vella remató de media distancia bajo, fuerte y esquinado al palo derecho de Galíndez. De esa manera, con el irreversible 3 a 0 parcial, los visitantes desataron la fiesta en la tribuna del Gigante de Arroyito. Sólo tuvieron que esperar que el árbitro Néstor Pittana, de buena tarea, pitara el final y decretara el regreso del Albo al fútbol grande, hecho que no sucedía desde 1980.

La contracara a esos festejos es Central, una de las dos instituciones más grandes del Interior de la Argentina, junto con su archirrival Newell´s, pero que en el último tiempo hizo las cosas muy mal, desde la dirgencia hasta los jugadores, y lo pagó muy caro, nada menos que con la pérdida de la categoría, lo que no le pasaba desde 1984. Un día después de la noticia más triste para los Canallas, el presidente Horacio Usandizaga renunció y, desde el club, adelantaron las elecciones para el próximo 27 de junio. Es una verdadera pena el descenso de un grande que seguramente reventará su estadio en la B Nacional y que, si lo comienzan a administrar bien después de muchísimo tiempo, volverá rápido a donde se lo merece su fiel hinchada: a la Primera División.

Gimnasia, como en 2009, derrotó a Rafaela en la Promoción y sigue en Primera División


Tensión, sufrimiento, incertidumbre, alivio, alegría. Esos fueron algunos de los estados de ánimo por los que pasó, en sólo dos horas, la gente de Gimnasia y Esgrima La Plata en el partido de vuelta de la Promoción contra Atlético Rafaela. Como local, el Lobo ganó 3 a 1 y, pese a la derrota 1 a 0 en la ida en Santa Fe con el tanto de Alexis Blanco, seguirá jugando al menos un año más en la Primera División del fútbol argentino.

Apenas arrancó el partido, el delantero colombiano Marco Pérez hizo el primer gol demostrando, como en el Clausura, que tiene una velocidad supersónica. Le ganó claramente al defensor y la cruzó al segundo palo con un gesto técnico notable, abriendo el pie derecho e inclinando el cuerpo hacia su izquierda. Sin embargo, llegó rápido el empate visitante, a través de un cabezazo de Oscar Carniello a los 19 minutos de la primera etapa. A los 42 llegó la jugada clave: el mediocampista central de la Crema, Fernando De La Fuente, ya amonestado, fue expulsado por doble amarilla en una jugada que ni siquiera fue foul. Para colmo, nuevamente Pérez, esta vez de tiro libre, anotó un golazo y Gimnasia se fue al descanso 2 a 1 y once contra diez.

En el complemento, el manejo del balón fue del local a pesar de que los santafesinos tuvieron alguna chance, especialmente un buen remate desde afuera del área de Sebastián Arrieta que el arquero Gastón Sessa mandó al corner. A los 29, Rubén Maldonado encabezaba un nuevo contragolpe para el conjunto platense que tenía superioridad numérica cuando Walter Serrano metió la mano y vio la segunda amarilla de Rafael Furchi, quien lo echó correctamente. A partir de allí, el dominio de Gimnasia fue todavía mayor pero no concretaba y la visita estaba a un sólo tanto del ascenso.

Justamente el arquero de la Crema, Gabriel Airaudo, tuvo que irse lesionado después de taparle un mano a mano a Lucas Castro y, como el entrenador Carlos Trullet ya había realizado los tres cambios, tuvo que atajar el capitán Lucas Bovaglio y los santafesinos quedaron con apenas ocho jugadores contra once del equipo de Diego Cocca. Finalmente, sobre la hora llegó la tranquilidad para los hinchas del Lobo: luego de una muy buena jugada de Hernán Encina, el chileno Álvaro Ormeño quedó mano a mano con Bovaglio, lo gambeteó con facilidad y definió con el arco vacío. Ya estaba liquidado, 3 a 1 final, permanencia de los platenses en Primera y delirio en el Bosque.

A partir de ahora, la dirigencia Tripera, con el presidente Walter Gisande a la cabeza, deberá replantearse por qué se llegó a esa situación límite, de estar a muy poco de jugar en la B Nacional y de tener que sufrir hasta el final. Igualmente, a los hinchas de Gimnasia nadie les podrá quitar la tranquilidad y el alivio de permanecer en la categoría más alta del fútbol argentino. Conocen que hay muchísimas cosas por mejorar pero, por lo menos, podrán mirar el Mundial de Sudáfrica sabiendo que son de Primera. Como el año pasado, Rafaela cayó en la Promoción contra el mismo rival pero fue un dignísimo equipo hasta la expulsión de De La Fuente sobre el final del primer tiempo. A esta altura, la Promoción ya parece una maldición para la Crema. A intentarlo de nuevo el año que viene.

Milito hizo dos golazos, le dio la Champions League al Inter y entró en la historia grande


Cuestión de gustos al margen, el poco vistoso pero muy efectivo Inter del portugués José Mourinho es el nuevo campeón de Europa. En la final en el estadio del Real Madrid, el equipo italiano venció 2 a 0 al Bayern Münich con dos golazos del delantero argentino Diego Milito y se consagró como el mejor del Viejo Continente después de 45 años. Además del goleador y la figura excluyente del partido, otros tres argentinos fueron titulares en el campeón: Walter Samuel, Javier Zanetti y Esteban Cambiasso.

En el primer tiempo, el encuentro era parejo, con algunas situaciones de riesgo. Sin embargo, a los 35 minutos llegó la apertura del marcador. Sacó el arquero del conjunto milanés, el brasileño Julio César, la peinó Milito para el holandés Wesley Sneijder, éste se la devolvió con justeza y el ex Racing no perdonó: encaró al arquero, le amagó y al instante definió con una gran categoría. A los siete minutos, el crack argentino le dio una asistencia muy buena a Sneijder, quien falló un mano a mano increíble.

En los primeros minutos del complemento, los dirigidos por el holandés Louis Van Gaal manejaron la pelota y apretaron al Inter de la mano de Arjen Robben, un delantero zurdo y desequilibrante que mostraba una rebeldía y un coraje que casi no aparecía en sus compañeros. Otra vez el campeón de Italia, con el mejor arquero del mundo y dos de los mejores centrales como el brasileño Lucio y Samuel, resistía todos los ataques de los alemanes pero no aprovechaba los contragolpes.

A los 25 minutos, uno de esos contraataques lo comandó el camerunés Samuel Eto´o, quien estuvo más preocupado en la marca que en llegar con peligro al área rival. El ex Barcelona le dio un pase a Milito en tres cuartos de cancha y el goleador se encargó del resto: lo encaró a Van Buyten, enganchó, lo dejó fuera de carrera y definió al segundo palo de manera extraordinaria. La tribuna Nerazzurra en el Santiago Bernabeu deliraba y no era para menos. Aunque faltaban más de 25 minutos para el final, ya se sentían los mejores del continente. Y así fue.

Después de 45 años, el Inter es el campeón de Europa y estará en el Mundial de Clubes en diciembre. Se puede discutir el estilo de juego que le impone Mourinho, pero eliminó a rivales muy importantes para llegar a la celebración. En el camino quedaron el Chelsea (campeón inglés), el Barcelona (ganador de todo en 2009 y vencedor en las últimas dos Ligas españolas) y el Bayern Münich, el club más grande de Alemania y campeón local en esta temporada.

Un párrafo especial se merecen todos los argentinos campeones. Zanetti cumplió 700 cotejos con la camiseta azul y negra en la final, juega hace 15 años en la institución, es el capitán hace ocho años y un verdadero emblema. Samuel y Cambiasso tuvieron la firmeza y la ubicación de siempre y contribuyeron a la gran labor defensiva del Nerazzurro. Sin embargo, quien más se destacó en el encuentro decisivo y en toda la temporada fue Diego Milito. El punta de la Selección Argentina anotó cuatro goles claves para la Triple Corona: le marcó uno a la Roma en la final de la Copa Italia, uno al Siena en el triunfo que le dio el campeonato local y dos en la final al Bayern.

A menos de 20 días del Mundial, el ex Racing, Genoa y Zaragoza llega en el mejor momento de su carrera y será muy difícil para Diego Maradona dejarlo en el banco de suplentes. "Diegol" ya es ídolo de los Tifosi, quienes hasta le dedicaron una canción. En fin, la Champions League obtenida en 1965 ya es historia y los hinchas del Inter pueden festejar con la "Orejona" nuevamente. Claro, esta vez, en la televisión no se la ve en blanco y negro. Está teñida de negra y azul...

Argentinos Juniors campeón

El barrio porteño de La Paternal está de fiesta. Después de 25 años, Argentinos Juniors volvió a consagrarse campeón en el ámbito local. Venció 2 a 1 a Huracán como visitante, en el estadio Tomás Adolfo Ducó, y dio la tan ansiada vuelta olímpica. El mediocampista central Juan Mercier, una de las figuras a lo largo de todo el Clausura 2010, marcó el primero y el enganche Facundo Coria anotó el segundo, a los 32 minutos del segunfo tiempo. Sobre la hora, el descuento de Alan Sánchez hizo sufrir más de lo esperado al campeón, que terminó jugando 11 contra 9 por las expulsiones de Paolo Goltz y de Pablo Jerez en el local.

Simultáneamente con lo que sucedía en Parque Patricios, Estudiantes, que llegaba a la última fecha un punto abajo de Argentinos, goleó 4 a 1 a Colón en Santa Fe pero no le alcanzó. El triplete de Mauro Boselli -goleador del torneo con 13- y el tanto de Enzo Pérez, más el posterior descuento del joven Facundo Curuchet, no fueron suficientes para que el campeón de América celebrara otro título doméstico. Igualmente, todavía está en carrera en la Copa Libertadores, torneo en el que deberá remontar el 0-1 de la ida de los cuartos de final contra el Internacional de Porto Alegre, cuando reciba a los brasileños el jueves en la cancha de Quilmes.

Lo cierto es que Argentinos Juniors, cuna de grandes futbolistas como Diego Maradona, Juan Román Riquelme, Fernando Redondo y Esteban Cambiasso, consiguió su tercer título local, luego de que lograra el Metropolitano 1984 y el Nacional 1985. El conjunto base de este campeonato, si bien a veces sufrió algunos cambios, fue: Nicolás Peric; Matías Caruzzo, Juan Sabia, Santiago Gentiletti; Gonzalo Prósperi, Juan Mercier, Néstor Ortigoza, Gustavo Oberman; Facundo Coria; Ismael Sosa y José Luis Clderón. También tuvieron bastante participación el arquero suplente, el pibe Luis Ojeda, Ignacio Canuto, Federico Domínguez, Santiago Raymonda y Nicolás Pavlovich.

Otro de los grandes jugadores que surgieron de las Inferiores del nuevo campeón es el mismísimo Claudio Borghi, actual entrenador del equipo. El Bichi fue clave para la coronación, ya que pidió a algunos futbolistas que rindieron, como Coria, Gentiletti y Calderón. Además, "resucitó" futbolísticamente a muchos que estaban en el plantel pero no eran muy tenidos en cuenta por otros técnicos y alcanzaron un muy buen nivel. Tal es el caso de Prósperi y de Oberman, quien era suplente como delantero pero Borghi decidió ponerlo como carrilero izquierdo titular.

Por si eso fuera poco, en este torneo explotó Ismael Sosa, a quien había traído el DT en el certamen anterior porque lo conocía de su paso por Independiente, actual dueño de su pase. En este torneo, el delantero fue el goleador del equipo, con nueve tantos. Rápido, habilidoso, pícaro y ahora también fino para definir, el Chuco aprovechó la vigencia de su compañero de ataque, Calderón, quien se retiró después de ser campeón nuevamente, a los 39 años y con una vigencia realmente asombrosa y admirable.

De esta manera, Borghi se convirtió en el hombre más ganador de la historia del club, ya que obtuvo cinco campeonatos: cuatro como jugador y ahora uno como DT. Estuvo en todos los logros de la institución en su historia porque, a los ya nombrados torneos locales, se les suman la Copa Libertadores 1985 y la Copa Interamericana 1986. Como entrenador, el Bichi ya había obtenido otros cuatro torneos en el Colo Colo de Chile. Tranquilidad, humildad, desdramatización. Eso fue lo que les transmitió a sus dirigidos un personaje particular, que declara sin cassette y que es muy valioso para el fútbol argentino.

Siguiendo con la historia del Bicho, el máximo goleador del club es Maradona, como no podía ser de otra manera. El genio de Villa Fiorito marcó 116 goles en 166 partidos, una cifra impresionante que lo llevó a ser el goleador del certamen local durante cuatro temporadas seguidas, en todas ellas vistiendo la camiseta del club de La Paternal. El técnico de la Selección Argentina consiguió esa proeza entre 1976 y 1980. Una marca que llamaría todavía muchísimo más la atención si no hubiese sido lograda por el mejor futbolista de todos los tiempos. El que más veces usó la casaca blanca y roja fue Sergio Batista, quien disputó 299 encuentros y convirtió 26 goles. El Checho fue cuatro veces campeón en sus dos etapas en la institución (1981-1988 y 1990-1991).

Al fin, luego de 25 años de una espera que parecía eterna, los hinchas de Argentinos pueden celebrar un campeonato. De la mano del DT Borghi, del capitán Caruzzo, del impecable dúo de volantes centrales confromado por Mercier y Ortigoza, del goleador Sosa, del ejemplo Calderón y de todos los que hicieron posible esta consagración, con 41 puntos cosechados. Los simpatizantes del Bicho seguirán festejando y, durante el Mundial de Sudáfrica, se golpearán el pecho diciendo que son los mejores de Argentina. Y bien merecido lo tienen. ¡Salud, campeón!